Bajo el liderazgo de la coreógrafa Rosario Cárdenas, Danza Combinatoria, que acaba de cumplir 32 años de creada, constituye un referente en el desarrollo de una metodología del movimiento corporal y formación de los bailarines, basada en procedimientos matemáticos.
Según confesó la bailarina de 68 años a Prensa Latina, el análisis combinatorio de permutaciones, conmutaciones, entre otros cálculos representó el punto de giro de su carrera, pues «necesitaba una plataforma conceptual donde pensar, crecer y trabajar».
La agrupación devino laboratorio de experimentación para poner a prueba su teoría, con un trabajo de investigación que abarca el estudio del cuerpo en su globalidad somática, canaliza emociones, articula magia y compases como quien suma, resta y multiplica, para así estampar su sello singular en las artes escénicas.
Primero conocida como Compañía Rosario Cárdenas, hasta adoptar su nombre actual, Danza Combinatoria lleva a los escenarios una obra cargada de emociones, diversa, abierta y hasta incómoda para algunos.
«El defender y valorar el cuerpo en toda su dimensión, siempre con elegancia, delicadeza y nivel poético, nos legó una marca de autenticidad y me gusta, representamos lo diverso y los bailarines se identifican con eso», señaló la Premio Nacional de Danza (2013).
Obras como Dédalo, Imago, Grifo, Germinal, El ángel interior y Canción de cuna, figuran actualmente en el repertorio de Danza Contemporánea, respaldada por exponentes de diversas expresiones artísticas, como los compositores Juan Piñera, José Maria Vitier, Rembert Egües y Frank Fernández; el pintor Manuel López Oliva, entre otros. La compañía se ha presentado en prestigiosos festivales y eventos.
Tres décadas y dos años después —destaca PL— Danza Combinatoria marca el ritmo de la contemporaneidad, defiende una técnica y estilo únicos, para ubicarse entre los mejor del panorama danzario cubano y universal.