La innovación ayuda a una empresa a crecer, desarrollarse y ser más competitiva. Es fundamental sobre todo para ciencia y en el caso de la biotecnología cubana, ha sido el impulso de muchos de los productos farmacéuticos que hoy contribuyen a una mejor salud de los cubanos y personas en varias regiones del mundo. Muestra de ello ha sido el desarrollo de vacunas contra la COVID-19, de los logros más recientes, pero desde mucho antes la investigación ha formado parte de la industria nacional.
BioCubaFarma, desde su fundación en 2012, ha sido la organización empresarial líder de ese sector en Cuba y fue concebida como sistema “a ciclo completo”: Investigación-Desarrollo-Producción-Comercialización, lo que ha permitido su impacto en la Salud en Cuba.
Gracias a un sector de la biotecnología altamente desarrollado e integrado, desde nuestro país se puede suministrar gran parte de los fármacos necesarios para la población. El 58 % de los medicamentos del Cuadro Básico de Medicamentos del Ministerio de Salud los produce la industria de BioCubaFarma.
Esta organización se encarga fundamentalmente de investigar, fabricar y comercializar productos como medicamentos, medicina Natural y Tradicional, vacunas preventivas, diagnosticadores, equipos y dispositivos médicos.
Contribuye a varios programas de salud, entre ellos el de inmunización, con vacunas como la de Meninghitis Meningocóccica BC, Hepatitis B recombinante, Fiebre Tifoidea y la Pentavalente. La experiencia en ese sector fue la base para la creación de vacunas y candidatos vacunales contra la COVID-19 en Cuba por parte del Instituto Finlay de Vacunas y el CIGB.
Además, BioCubaFarma destaca por sus avances en tratamientos para el cáncer y la diabetes. Para esta última su medicamento estrella es el Heberprot – P, que contribuye a la aceleración de las úlceras en pacientes diabéticos, con una disminución superior al 75% de amputaciones de los miembros inferiores. Actualmente el fármaco está registrado en 28 países.
También la industria biofarmacéutica cubana ha dedicado su atención a las enfermedades cardiovasculares. En ese sentido, ha desarrollado equipos para el diagnóstico y rehabilitación de los pacientes que la padecen como los electrocardiógrafos CARDIOCID y la Prueba de Esfuerzo ERGOCID AT PLUS.
Áreas de innovación y proyectos priorizados I+D+i
La innovación forma parte integral del sector de la biofarmacéutica cubana. En este la Investigación y Desarrollo (I+D) se basa en complejas plataformas tecnológicas como la ingeniería de proteínas, bioinformática, genómica, proteómica y nano-Biotecnología.
Se investiga en sistemas novedosos de liberación de los medicamentos, nano-formulaciones y en la adición de nuevas propiedades moléculas, lo cual permite incrementar su eficacia terapéutica. Así surgió, por ejemplo, en colaboración con la Universidad de La Habana, la JM20, molécula obtenida por síntesis química basada en fragmentos que tiene efectos antioxidante, anti-calcio, mitoprotectivo, anti-inflamatorio, entre otros.
De hecho, entre las fortalezas del sector biotecnológico cubano está su vínculo con las universidades para la realización de proyectos I+D+i. BioCubaFarma tiene acuerdos firmados y vigentes con la Universidad de La Habana, la Universidad de Ciencias Informáticas, la CUJAE, la UCLV, y la Universidad de Oriente.
Tecnologías basadas en la 4ta revolución industrial
Por otra parte, al avance del sector contribuye la innovación basada en el empleo de tecnologías de la 4ta revolución industrial. Entre ellas se encuentran la impresión digital 3D para accesorios para equipos médicos, y la robótica para la fabricación de la tecnología SUMA.
Biotecnología cubana a nivel internacional
El alcance y prestigio de la biotecnología cubana va más allá de las fronteras de nuestra nación. Sus medicamentos han contribuido a la salud de pacientes en varias regiones del mundo. En la actualidad BioCubaFarma cuenta con 780 registros sanitarios en el exterior, más de 2400 registros de patentes a nivel internacional y realiza exportaciones a más de 45 países.
