Hasta ayer lo único seguro del resultado en las elecciones legislativas del pasado domingo en Alemania era que Angela Merkel concluyó su mandato, luego de 16 años como canciller.
No obstante, ya había felicitaciones desde otros países para el líder del Partido Socialdemócrata, Olaf Scholz, quien está al frente de la votación con un 25,7 %, separado por estrecho margen de Unión Cristianodemócrata/Unión Socialcristiana, de Armin Laschet, con un 24,1 %. Le siguen Los Verdes, con un 14,8 %, el Partido Liberal, 11,5 %, y la ultraderechista Alternativa para Alemania, con el 10,3 %.
Hay que recordar que el cargo de Canciller en Alemania es sinónimo de Jefe de Gobierno y, por ser el país una república federal, recibe el nombre de Bundeskanzler (canciller federal).
No obstante, según BBC, la fragmentación del sufragio en estos comicios obliga a los dos grandes partidos que encabezan los votos favorables, a negociar con Los Verdes y con el Liberal para lograr una coalición.
Por su parte, el socialdemócrata Olaf Scholz se comprometió a formar un «Gobierno bueno y pragmático» para Alemania.
La agencia EFE citó sus primeras declaraciones durante una conferencia de prensa en Berlín, donde abogó por una UE más fuerte y soberana, y por unas buenas relaciones trasatlánticas como base de la política exterior del futuro Gobierno alemán.
Scholz subrayó que la «actuación común» de la UE es la base para todo lo que hay que acometer en los próximos años. Recordó que además de potencias como EE. UU., China o Rusia, habrá otros países de «un Asia que vuelve a resurgir», y dentro de 20 o 30 años habrá naciones de África y de Sudamérica que también serán «relevantes en el mundo».
Si la UE quiere garantizar todo aquello que le es importante en materia de Estado de derecho, economía de mercado, Estado social y progreso tecnológico, tendrá que hacerlo unida, afirmó.