Ex senadores estadounidenses que fueron colegas del presidente Joe Biden, dicen tener esperanza de que el actual mandatario «use su poder e influencia para empoderar al pueblo cubano e impulsar un cambio positivo y duradero en la isla», recoge Martí Noticias.
Joe Lieberman y Robert Torricelli felicitaron al presidente, porque su administración está comprometida con darle prioridad a los derechos humanos en su política hacia la Isla comunista.
En un texto publicado en Miami Herald, ambos ex senadores sugieren a Biden:
- Asegurar que las remesas de Estados Unidos se estructuren de manera que los cubanos las reciban directamente en la misma moneda fuerte en la que fueron enviadas.
- Pedir la liberación incondicional de todos los presos políticos en Cuba como condición previa para cualquier nueva relación con Estados Unidos. «En la década de 1980, nuestro país congeló las relaciones con Sudáfrica hasta que liberó a Nelson Mandela y a otros presos políticos encarcelados por protestar contra el apartheid. Finalmente, el gobierno sudafricano liberó a Mandela y puso fin al apartheid», recordaron.
- Insistir en que el personal médico cubano que trabaja en el extranjero reciba la compensación de los gobiernos a los que sirve. «Ahora el programa de misiones médicas del país obliga a sus médicos a brindar atención en países que pagan al gobierno cubano por sus servicios. Una vez que llegan, los agentes de inteligencia cubanos confiscan sus pasaportes y les obligan a firmar contratos que otorgan al Ministerio de Salud de Cuba poder sobre sus acciones. Además, se ven obligados a hacer proselitismo de los pacientes con propaganda política. Al parecer, se someten a una vigilancia regular. Luego, el gobierno cubano toma hasta el 95 por ciento del salario de los médicos y la pequeña cantidad restante se congela en cuentas a las que no pueden acceder hasta que regresan a casa. La administración de Biden puede usar este programa como un excelente ejemplo para pedir el fin del tráfico de trabajo forzoso».
- Exigir que el gobierno cubano se retire total y unilateralmente de Venezuela.
Hace casi tres décadas Lieberman y Torricelli patrocinaron la Ley de Democracia Cubana y reconocieron que les decepcionó que no produjera un cambio más eficaz y duradero en el país caribeño.
Actualmente los dos políticos retirados creen que «cualquier nueva política con Cuba debe basarse en una estricta reciprocidad de reformas tangibles e irreversibles que beneficien a los cubanos».