Arreglo floral por las celebraciones del 4 de abril en Las Tunas.
5 / abril / 2024
En 2007, el diario Juventud Rebelde anunció «la cifra más alta de militantes en la historia de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC)», 609 000 miembros. Diecisiete años después, la organización ha visto cómo sus filas se han reducido significativamente.
La membresía actual de la organización es apenas de 415 000 miembros, según se informó en el XII Congreso que concluyó el 4 de abril de 2024. Es decir, entre 2007 y 2024 la UJC perdió más de 200 000 miembros.
El número actual representa un estancamiento desde 2020. Los informes de la prensa estatal no logran ocultar la realidad, los jóvenes cubanos muestran cada vez menos interés en pertenecer a la UJC a pesar de los intentos gubernamentales por aumentar la membresía. Las cifras de los últimos años evidencian que el fenómeno no es nuevo.
En la disminución de las filas de la UJC en las últimas décadas pueden incidir variables como la emigración, la baja natalidad o la percepción de la organización como una estructura política ineficaz y desconectada de las necesidades de la población.
De acuerdo con Aylin Álvarez Santana, secretaria de la organización hasta abril de 2024, una de las «deficiencias» de la UJC es que en ocasiones sus militantes tienen miedo a enfrentar lo mal hecho y a decir lo que piensan.
Sin embargo, el comportamiento represivo de los Comités de Base contradice el llamado a «ser valientes» de la dirigente. Existen ejemplos que demuestran cómo la pertenencia a organizaciones políticas en regímenes autoritarios como el cubano a menudo viene acompañada de una expectativa de conformidad y lealtad.
¿Qué le interesa a la juventud cubana?
El XII Congreso no solo fue una ventana a la crisis interna de la UJC, sino también a los desafíos que enfrenta la juventud cubana como grupo social.
Actualmente, 800 000 jóvenes se encuentran desvinculados del trabajo y de los estudios. La agudización de problemas como el consumo de drogas, el embarazo adolescente y la migración juvenil desafían las estructuras sociales y políticas de Cuba.
Durante el debate en comisiones, los delegados al XII Congreso aseguraron que quienes consumen drogas están desvinculados del estudio y del trabajo o «no tienen familia ni casas y tienen tantas carencias económicas que no tienen un propósito en la vida y viven de las drogas». Sin embargo, un reportaje del semanario 26 de Las Tunas y las sesiones de la Asamblea Nacional realizadas en diciembre de 2023 revelaron que el problema está presente en escuelas secundarias y de la enseñanza técnico-profesional.
Otro de los «temas de urgencia» abordados fue el inicio temprano de las relaciones sexuales, las altas tasas de embarazos y de interrupciones voluntarias de la gestación durante la adolescencia, situación exacerbada por la poca disponibilidad de métodos anticonceptivos.
«La tasa de embarazos en adolescentes ha aumentado en los últimos años, especialmente en el grupo de 12 a 14 años. En 2023, se reportaron 14 844 embarazos en mujeres menores de 20 años, lo que representa el 19.7 % del total de embarazos. Las provincias orientales del país tienen la mayor incidencia y algunas superan el 20 %», informó José Ángel Portal Miranda, ministro de Salud.
El éxodo migratorio evidencia también el creciente desencanto de los jóvenes y la búsqueda de alternativas fuera de la isla.
La realidad de la juventud cubana actual es que existe poca confianza para edificar un proyecto de vida en la isla, reconoció Keyla Estévez García, directora del Centro de Estudios sobre la Juventud, al señalar la necesidad de «contemplar un plan de acción a mediano y largo plazo que llegue hasta los territorios» y contrarreste el escenario.
A pesar de las duras circunstancias actuales, parcialmente reconocidas durante los debates del XII Congreso, el discurso político insiste en que hay en Cuba una juventud alegre y entusiasta, «sin rostros de desesperanza ni cansancio». La realidad, caracterizada por el aumento de las protestas, la migración, la apatía y la desprofesionalización de los sectores está divorciada de la percepción de los dirigentes gubernamentales.