MADRID, España.- El 19 de diciembre de 1915 nació una de las leyendas de la música francesa: Édith Piaf. Conocida como “el gorrión”, su vida estuvo marcada por la tragedia, la pasión y un talento vocal que trascendió barreras culturales, convirtiéndola en un ícono eterno de la canción francesa.
Nacida en Belleville, un barrio obrero de París, Piaf emergió de las calles de la ciudad. Su infancia estuvo plagada de dificultades y rodeada de la atmósfera bohemia de los clubes nocturnos, donde su padre trabajaba como contorsionista y su madre luchaba por ganarse la vida cantando en las calles.
Su carrera musical despegó en la década de 1930, y pronto se convirtió en una voz inconfundible. Fue descubierta por el famoso cabaret Le Gerny y rápidamente ganó popularidad por su estilo único y emotivo. Piaf no solo cantaba, sino que interpretaba cada canción con una intensidad que conmovía a quienes la escuchaban.
Las giras por el mundo de la dama de la canción francesa incluyeron Cuba. Edith Piaf viajó a La Habana en dos ocasiones. La segunda, en 1957, se presentó en el cabaret Montmartre. Según recoge la prensa de la época había sido recibida en el aeropuerto por Ramón Sabat, presidente de la compañía Panart.
A medida que su fama se extendió más allá de las fronteras francesas, Édith Piaf se convirtió en una figura icónica de la escena internacional. Su carrera se vio