Seguridad del Estrado
—Me dieron ese teléfono. Me han dicho que ustedes cobran muy caro.
—Le dijeron bien, pero la información es sesgada. Los servicios que brindamos son de alto nivel, es decir, están a tono con las políticas de los altos niveles de dirección gubernamental.
—¿Podría explicarse mejor?
—Somos la mipyme estatal «Seguridad del Estrado». Brindamos aseguramiento logístico a concentraciones, celebraciones, congresos, asambleas, foros, desfiles, imposición de condecoraciones, conferencias de prensa, planes de la calle, actos de repudio, conciertos de trovadores troveros y ferias de fin de mes.
—¿Y ese negocio da?
—¡Que si da…! Según estadísticas de un estudio de mercado, Cuba dedica aproximadamente el ochenta por ciento de su producto interno bruto a esas actividades.
—Me parece que es más.
—Lo será gracias a la labor que realizamos. ¿No ha leído nuestro eslogan?: «El discurso es el alma de la nación».
—¿Y pagan bien?
—¿Qué si pagamos bien? Coja el salario de un médico, un científico, un atleta de alto rendimiento o un machetero millonario y multiplíquelo por dos, o por tres si le da la gana. Eso sin contar las prebendas, que son tan jugosas como un fin de semana en un centro turístico, gasolina a todo salidero y jabas con pollo, sal yodada y aseo.
—Me gustaría ser parte de ese personal.
—¿Cómo anda su currículo?
—Yo a cuestiones técnicas le sé un mundo, si es que necesitan gente que les garantice que a los funcionarios no les dé un fotutazo cuando toquen un micrófono. Y en materia de inventar (para nada estoy diciendo que nuestros líderes inventan), le cuento que hace poco adapté una cafetera de diez tazas donde mi mujer cocina el potaje de chícharo que n