SANTIAGO DE CUBA.- Todo Santiago está de fiesta. Ni el descomunal calor de julio, ni los ingentes esfuerzos con que una ciudad acaba de preparar -siguiendo la voz cantante de la Casa del Caribe- la 44 edición del Festival del Caribe, pueden apagar la alegría de sus habitantes, a los que han venido a acompañar alrededor de 500 participantes extranjeros de 15 países, seducidos por los colores de la identidad y la diversidad, dos caras definitorias de la esperada cita.
Hoy 5 de julio -ocasión en que Santiago de Cuba celebra también los 45 años de fundados, por el Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque, los Estudios Siboney-, el Festival se despliega por disímiles espacios y se aprecia lo mismo en el abejeo de los que arman tarimas, despejan locales, comercializan libros y atuendos alegóricos al festejo, o acomodan sillas y micrófonos para las actividades, así como en los propios protagonistas de las acciones que dan cuerpo a esta Fiesta del Fuego, que tan bien tiene puesto el nombre, a juzgar por las energías con que se vive en ella cada instante.
El Coloquio Internacional El Caribe que nos une, entre ponencias,