Miguel Díaz-Canel Bermúdez, fue acogida con entusiasmo por los habitantes de una de las comunidades más humildes del consejo popular de Mantilla. Foto: Estudios Revolución
El Moro-Portocarrero es un barrio, como otros de La Habana, en el
que se están haciendo un grupo de transformaciones para resolver
los problemas acumulados, y estamos viendo que aquí se han hecho
muchas cosas con calidad, y se van a seguir haciendo, pero tiene
que ser con ustedes participando como población.
La reflexión del Primer Secretario del Comité Central del Partido
y Presidente de la Republica, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, fue
acogida con entusiasmo por los habitantes de una de las comunidades
más humildes del consejo popular de Mantilla, Arroyo Naranjo.
Cayendo la mañana de este viernes, el mandatario intercambió con
varias decenas de personas, en su mayoría mujeres, que estaban en
los ajetreos para comprar el módulo de aseo en la TRD del barrio,
que atiende cinco bodegas y era uno de los primeros reclamos que
tenían desde hacía años.
En el intercambio, Díaz-Canel también pidió a los vecinos que todo lo que se realice aquí se haga bien, que quede bonito. Foto: Estudios Revolución
Menos concurridas, pero también animadas, se veían la farmacia, la
panera y otras instalaciones reconstruidas o hechas nuevas en lo
que pudiera ser la nueva y pintoresca esquina comercial de El Moro,
que junto a Portocarrero es una de las 12 comunidades en situación
de vulnerabilidad en las que se trabaja en este municipio desde
algo más de un año, labores que comenzaron por La Güinera.
En el intercambio, Díaz-Canel también pidió a los vecinos que todo
lo que se realice aquí se haga bien, que quede bonito, y para eso
es necesario —reflexionó— que ustedes estén constantemente opinando
y contro