CDMX, México.- Uno de los rostros más icónicos e internacionales del cine de oro mexicano es sin dudas el de Mario Moreno, más conocido como Cantinflas. El actor y comediante, que dejó más de 50 películas, estuvo casado una sola vez con Valentina Ivanova, pero hubo una famosa vedette cubana a quien enamoró.
Se trata de Rosalía Lourdes Elisa Palet Bonavia, o como todas la recordamos: la gran Rosita Fornés. Ambos se conocieron en 1944 cuando Mario Moreno llegó a Cuba contratado por CMQ-Radio y a Rosita le dieron el papel de su contrafigura. La historia de amor inconclusa que vino después la reveló la propia Fornés en sus memorias, escritas por Evelio R. Mora.
Rosa y Mario se conocieron en los ensayos y eventos públicos a los que asistía. El interés del mexicano comenzó a hacerse más explícito porque no dejaba de acompañarla a cenas y paseos familiares con los allegados de Fornés. Pero como era costumbre en la época no los dejaban estar a solas. De hecho, Rosita a inicios de los años 2000 narró que a sus citas con Mario acudía su tía como una extensión de ella misma.
Había, ademas, un obstáculo aún más serio que los separaba: Moreno era un hombre casado.
“Mario le cayó muy bien a mi familia. Cuando cenábamos fuera o durante las veladas en mi casa, se las ingeniaba para mantener una conversación agradable c