El universo íntimo de una mujer, o el universo doméstico visto desde su perspectiva en estadios diversos, casi todos marcados por la responsabilidad materna que perturba o posterga en ella tanto el deseo como sus aspiración de sentirse deseada, centran las obras que se exponen en el cuarto piso del Centro Cultural Kirchner (CCK) de Buenos Aires bajo el título “Las mujeres de mi vida”.
Corresponden a Maitena (más de treinta años de trabajos ordenados al público “por primera vez”), quien es historietista, humorista conocida porque sus trabajos llegan en tiras desde varios medios de prensa. Uno de ellos la entrevistó esta semana. No sé por qué se me ocurrió que si la veía debía preguntarle si había visitado Cuba.

Casualmente la encuentro a la entrada de la exposición, rodeada de un montón de mujeres de edades diversas con las que intercambiaba amablemente mientras alguna tomaba retratos con sus teléfonos inteligentes. Otra incluso estiró el brazo para dejar ante la artista uno de los libros suyos que pueden verse en estanterías de la ciudad junto a los de otros, todos hombres, como Quino y Fontanarrosa. Maitena abrió el ejemplar y se dispuso a firmarlo.
Al terminar, frente a mí, le pregunto si ha estado en la Isla, a lo cual responde que no, pero que le gustaría si acaso le hicieran la invitación. Ya me enteraré un día si alguien la invita, si va y acaso se inspira. El otro día un amigo portugués que sí estuvo durante años en La Habana me comentó respecto a estas caricaturas que pueden catalogarse como expresión de feminismo que la francesa Claire Bretecher en eso le parecía la reina.
Maitena respondió hace años para un medio digital independiente español: “Me gusta mucho Claire Bretecher, es una francesa bastante mayor que yo, y creo que es la mejor de todas. Cuando a los veinte años conocí su trabajo, no me inspiró pero sí me pro