Cuba vive una nueva ola de protestas. Una ola que no alcanza todavía las proporciones de las que se vivieron en el verano de 2021, pero que se han reproducido en los últimos días aprovechando, mayoritariamente, la oscuridad de la noche acrecentada por los apagones.
En las últimas semanas, el servicio de verificación de elTOQUE, DeFacto, ha contabilizado más de una veintena de protestas en diferentes localidades del país y en su mayoría han sido en el horario de la noche o la madrugada y mediando un corte de electricidad.
Publicaciones recomendadas para tiDía de las madres en Cuba con huella de dolor
Intercambia presidente cubano con profesionales de la salud que combatieron la covid
El matrimonio y la unión de hecho afectiva como fuentes de constitución de las familias
Esta realidad pudiera llevar a pensar que las protestas cubanas más recientes son exclusivamente contra los apagones. Aunque quizá la causa más inmediata de la nueva ola sean los inclementes “alumbrones” que viven los cubanos en medio del verano. La realidad indica que mucha gente también está harta de la oscuridad generalizada que ha impuesto el gobierno del Partido Comunista.
En fecha reciente, Díaz-Canel reconoció que “hay algunas personas que para expresar su malestar y su incomprensión acuden al toque de cazuelas, vociferan expresiones en contra de los dirigentes; algunos aprovechan la ocasión para decir alguna consigna contra la Revolución”. Pero por sobre todas las cosas, el mandatario cubano consideró que los que “actúan de esa manera […] están respondiendo a lo que quiere la contrarrevolución y a lo que quieren los que nos tienen bloqueados”.
Los gobernantes cubanos reconocen que la gente tiene razón en sus reclamos, pero no toleran la forma en que se canalizan. Porque, parafraseando a un histórico como Samuel Rodiles Planas: la presión con ellos no camina. Los funcionarios cubanos no aguantan ser increpados, ¿cómo van a tolerar entonces que la gente les exija electricidad, en la calle y a golpe de cacerolazos? ¿que los ofenda y pida, además, el fin del modelo político que ellos representan?
A los dirigentes cubanos no les gusta ser presionados porque tienen sus tiempos. Los tiempos de la inmortalidad de la que creen disfruta la fuerza política a la que pertenecen. Pero tampoco ofrecen soluciones a la profunda crisis cubana que vayan más allá del envío de autoridades locales encartonadas y faltas de carisma a explicar las mismas causas y condiciones adversas que se repiten desde el olimpo del Palacio de la Revolución y que no han variado a lo largo de los años: “el bloqueo imperialista”.
Esos dirigentes que en las noches bajan a conversar con un pueblo que ya no cree en la Leer más