La directa es una herramienta poderosísima. Solo hace falta un celular y conexión a Internet para que cualquier persona se convierta en un agente mediático. Y no son precisamente los videos ecuánimes y objetivos los que obtienen más likes y “veces compartido”.
El algoritmo y el morbo social premian las directas llenas de euforia, rabia, gritos, insultos, chismes y demás “lindezas”. Por supuesto, también están las antigubernamentales, sobre todo contra el gobierno cubano, que ahora están de moda.
Del tema se habló este jueves en el programa Con Filo.