La ministra de Educación, Ena Elsa Velázquez Cobiella, y la representante de Unicef en Cuba, Alejandra Trossero, durante el II Taller Nacional sobre apertura de casitas infantiles. Foto: Miguel Ernesto Gómez Masjuán.
Con el objetivo de sensibilizar y capacitar a representantes de ministerios, organismos e instituciones del sector empresarial, se celebró este viernes en el hotel Capri el II Taller Nacional sobre la apertura de casitas infantiles, auspiciado por el Mined y Unicef.
Las casitas infantiles son instituciones de atención educativa similares a los círculos infantiles, dedicadas a los hijos de trabajadores de entidades.
En esta modalidad, los centros de trabajo tienen la facultad de establecer las casitas infantiles en un local propio adecuado. Además, deben garantizar todas las condiciones económicas para su mantenimiento y sostenibilidad.
Creadas en 1993 y reguladas por la Resolución Conjunta 203/93 y la 1/2001 de los ministerios de Educación y Economía y Planificación, las casitas funcionaron en un primer momento, mayormente, en la industria azucarera y la agricultura.
La Resolución 58 de 2021, firmada por la ministra de Educación, Ena Elsa Velázquez Cobiella, que actualizó esta política para lograr su perfeccionamiento y expansión, estableció las regulaciones para la apertura y funcionamiento de casitas infantiles en empresas, unidades presupuestadas, cooperativas agropecuarias y no agropecuarias, empresas mixtas y organizaciones políticas, sociales o de masas.
En las casitas infantiles también se ofrece de manera excepcional atención educativa a niños de familias de la comunidad con situaciones sociales complejas, a propuesta de la Dirección Municipal de Trabajo.
En su intervención durante la apertura del taller, la ministra de Educación afirmó que el ministerio se “está empeñando mucho en avanzar en la tarea de la apertura de casitas infantiles”.
Casita Infantil Los Criollitos, en Holguín. Foto: Empresa de Cigarros Lázaro Peña.
Velázquez Cobiella reconoció que los círculos infantiles “no dan respuesta a todas las necesidades que tenemos”. Recalcó que Cuba necesita que, como parte del Plan Nacional de Adelanto de las Mujeres, estas se incorporen a trabajar, y a veces esto no sucede porque no disponen de un círculo infantil donde matricular a sus hijos.
Precisó que, aunque todos los años aumentan el número de círculos infantiles y las capacidades, “tenemos más de 40 000 solicitudes sin respuesta”.
Sobre la implementación de casitas infantiles, Velázquez Cobiella dijo que “necesitamos de la sensibilidad, cooperación y voluntad de los organismos, organizaciones, cooperativas, mipymes… Todo el que tenga la voluntad”.
Según la información ofrecida durante el taller, funcionan actualmente 41 casitas infantiles en casi todo el país (solo en Matanzas, Ciego de Ávila e Isla de la Juventud no se han creado estas instituciones), con una matrícula de 820 niños.
De esas 41 casitas, 22 están adscritas al Ministerio de Educación, y 19, a otros organismos.
El Mined proyecta para este año la creación de 44 nuevas casitas con capacidad para 1 165 niños en todos los territorios, excepto Holguín, Isla de la Juventud, Matanzas y Artemisa.
La colaboración del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) ha sido muy importante para el desarrollo de esta alternativa de atención educativa. El Unicef entregó a 13 casitas recursos como refrigeradores, lavadoras, cocinas de gas, licuadoras, ollas de presión, termos para comida, mobiliario para niños y muebles sanitarios.
Alejandra Trossero, representante de Unicef en Cuba, resaltó la importancia de las casitas en el desarrollo infantil temprano.
“De alguna manera, pasan a ser el punto de entrada para que el niño pueda empezar a desarrollar sus habilidades cognitivas que tienen que ver con la preparación para la escuela”, afirmó.
La representante de Unicef en Cuba aseveró que hay que “pensar también en la casita infantil como un espacio donde hay recreación y socialización, donde adquieren habilidades que necesitan luego para continuar su aprendizaje a lo largo de la vida”.
Trossero comentó sobre el rol importante de las empresas como espacio para promover los derechos y el bienestar de la niñez.
Durante el taller, los representantes de dos casitas infantiles, Pequeños Hidráulicos y Los Criollitos, relataron las experiencias y los resultados de su gestión.
La casita infantil Los Criollitos, adscrita a la empresa de cigarros Lázaro Peña, de Holguín, con capacidad para 100 niños de 11 meses a seis años de edad, fue fundada en 2003.
Norma Laguna Leyva, educadora responsable de la casita infantil, expuso los beneficios de esta alternativa para las familias y para la propia empresa.
Casita Infantil Los Criollitos, en Holguín. Foto: Empresa de Cigarros Lázaro Peña.
Para las familias, ha significado tener a sus hijos cerca de su puesto de trabajo, lo que les ha ofrecido mayor seguridad ante cualquier situación que pueda presentarse; la posibilidad de estar al tanto de la alimentación de los infantes (que la empresa garantiza) y exigir un balance nutricional adecuado.
Igualmente, les ha dado la oportunidad de utilizar el transporte obrero para trasladar a los niños hacia la casita, sin costo adicional ni desviación del recorrido al trabajo, y beneficios económicos significativos con respecto al sector privado, porque el pago mensual del servicio se rige por lo que establece el Ministerio de Finanzas y Precios en relación con los círculos infantiles.
En cuanto a los beneficios para la empresa, las casitas son un atractivo fundamental para la incorporación al trabajo (es un servicio que distingue a la entidad del resto de las empresas holguineras). Han contribuido a la motivación, estabilidad, eficiencia y productividad de la fuerza laboral, y a reducir las impuntualidades y ausencias, además de generar un ingreso extra al presupuesto de la entidad.
Norma Laguna Leyva, educadora responsable de la casita infantil Los Criollitos, durante su presentación en el taller. Foto: Darío A. Extremera Peregrín/ Cubadebate.
Laguna Leyva informó que la casita infantil tuvo hasta mayo una asistencia diaria promedio de 56 niños y gastos totales por 342 234 pesos, con un gasto promedio mensual de 1 228 pesos por niño.
La directora de Perfeccionamiento y Desarrollo de la empresa Hidroplast, Jessica Blanco Perdigón, presentó los resultados de la casita infantil Pequeños Hidráulicos.
Pequeños Hidráulicos fue fundada el 11 de abril de este año, y tiene capacidad para 15 niños y una matrícula actual de 11.
Mobiliario y utensilios de la casita infantil Pequeños Hidráulicos. Foto: Empresa Hidroplast.
Según Blanco Perdigón, la casita ha contribuido a la estabilidad de la fuerza laboral, el completamiento de la plantilla, la retención del talento, el aprovechamiento de la jornada laboral y el reconocimiento social de la comunidad a la empresa.
La directora de Perfeccionamiento y Desarrollo de la empresa Hidroplast, Jessica Blanco Perdigón, presentó los resultados de la casita infantil Pequeños Hidráulicos. Foto: Darío A. Extremera Peregrín/ Cubadebate.
Hidroplast destinó 355 000 pesos a la remodelación de un local para la casita, informó Blanco Perdigón. Además, planifican un presupuesto de mantenimiento constructivo de 25 000 pesos.
