«Hace ya dos meses que visité Cuba. Me encantaría poder volver, pero desgraciadamente, por todo lo que me habéis dicho que podría pasarme si vuelvo, solo entraré de nuevo al país cuando Cuba sea libre», escrito que compartió en su perfil de Instagram la española Rosa Martorell
La joven influencer Martorell que se nombra en redes sociales como iamrousmary, durante su visita como turista a la isla pudo constatar no solo la belleza de sus paisajes en los lugares que visito sino también las pésimas condiciones de vida del pueblo cubano, donde la escasez es de todo tipo.
Las grabaciones que hizo donde recoge testimonios de la miseria en que viven en la Isla, siendo los alimentos lo que más golpea a la población, las publicó una vez en España por temor a que le pasara algo, la hicieron muy conocida entre los internautas cubanos.
Uno de los videos compartido por la joven turista española, fue en Trinidad, cuando una madrugada pudo ver la manera en que se distribuye la leche sin higiene alguna, en un local donde un empleado hecha el preciado producto que viene en una pipa hacia un tanque plástico con nada de higiene, con una sucia manguera.
El otro video que compartió Martorell, fue filmado al día siguiente, cuando iba junto a su amiga Laura Méndez, en que ambas quedaron anonadadas cuando fueron enfrentadas por varios ancianos al verlas grabando una cola para comprar el ‘pan normado’.
Su amiga Laura estaba grabando la triste cola de personas mayores de edad sentadas en una acera mientras esperaban su turno para comprar el pan normado (uno por persona anotado en la libreta de abastecimiento), cuando una anciana de forma descompuesta la reprendió por estar grabando, llegándola a llamar comemierda.
«Cuba podría ser un país próspero si se viviese bien del turismo y si se invirtiera el dinero que deja ahí el turista en el pueblo. El problema es que todo el dinero del turista va al gobierno y no se invierte nada, pero me sorprende la capacidad que tiene el gobierno para invertir dinero en lo que les conviene, y luego vas a otros lugares y es totalmente ruinosa la situación. (…) Hay dinero para unas cosas y luego para otras no hay ni un solo euro», cuestionó la española Martorell quien trabaja en Palma de Mallorca, en España, como ingeniera aeronáutica.