El actor cubano Ironel Moraga, tras un largo recorrido que terminó cruzando el bravío Río Bravo junto a su esposa para alcanzar su objetivo de estar en tierra de libertad junto a su familia en Miami, cuenta cómo lo logró al medio independiente Periódico Cubano.
“Francamente, siempre he querido irme del país. De una forma o de otra, mi mamá y mi hermana viven en Estados Unidos hace ya varios años y siempre fue parte de nuestra idea familiar, reunificarnos y volver a estar más juntos”, comentó el artista.
Los sucesos del 11J, hizo firme su decisión, tras la indignación y decepción ante un régimen que no permite el derecho a expresarse, a disentir y la respuesta represiva ante aquellos que solo pedían libertad pacíficamente.
“Fue tan grande ver que no teníamos ni siquiera el derecho de expresarnos, de ser escuchados. El hecho de que se manipule por los medios oficiales la información, que no llegue a todos los cubanos por igual. La censura con el internet. Llegué a cuestionarme ‘¿Esto es lo que nos merecemos nosotros los cubanos? ¿Por qué tengo que obedecer a alguien que dice lo que cree que va a ser bueno para mí?, cuando estoy viendo a diario que las personas que nos dirigen no son las más preparadas para hacerlo”, narro Moraga.
La travesía al igual que muchos cubanos la hizo a través de Nicaragua. Inicialmente explica que tomó un vuelo a Panamá, después otro a Nicaragua, por donde continuó su recorrido por tierra cruzando fronteras de varios países de Centroamérica hasta que llegó a México.
En México estuvo 23 días hasta que encontró el momento propicio para entrar a Estados Unidos a través del peligroso Río Bravo, lo que le resultó bien difícil avanzar por las fuertes corrientes de sus aguas debido al mal tiempo que había:
“Andaba con mi novia de brazos y casi se me ahoga. La fuerza era muy grande y el agua la superaba a ella. Yo la tenía sostenida del brazo y no podía soltarla”.
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Una vez en suelo estadounidense, fueron interceptados por agentes de la Patrulla Fronteriza, quienes le indicaron que apagaran sus celulares y depositaran sus pertenencias secas en un bolsa, la que se mojó tuvieron que desecharla, perdiendo una gran parte de ellas.
Después fueron trasladados a un centro de detención para migrantes, lo que resultó un poco tenso debido a la gran cantidad de migrantes ese día, su novia fue separada de él.
A su llegada al aeropuerto de Miami lo estaban esperando su madre y su hermano y cuñada que lo recibieron con un fuerte abrazo tras cinco años de no poderlo hacer por la distancia que los separaba:
“Las emociones fueron bien lindas. Volver a darles un beso a mi madre y a mi hermano después de tanto tiempo, para mí representaba mucho”.
Sobre la familia que dejó en Cuba dijo:
“En Cuba dejo parte de mi familia, a mi padre, a mi hermana. Se me quedan mis mejores amigos, las personas con las que estuve peleando todo este tiempo. Dejo mis sueños, dejo mi carrera, pero no me arrepiento y cuento con el apoyo de casi todas las personas que me quieren”
De su vida profesional en Cuba comenta:
“Como actor logre realizarme profesionalmente, logre hacer televisión, cine y teatro, pero no podía soñar, no podía aspirar a un futuro mejor, no podía decidir sobre mi economía”, agrega que debía realizar otros oficios para poder “sostener mi carrera como actor”
