Paradógicamente, la mayoría de los accidentes con graves consecuencias ocurren en tramos rectos de la Carretera Central, con las vías en buen estado y correctamente señalizadas
Las colisiones por violaciones del derecho de vía han ocasionado las mayores cifras de fallecidos y lesionados.
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En los primeros cinco meses del 2022, la provincia de Sancti Spíritus presenta un desfavorable balance en la accidentalidad del tránsito, con un total de 150 siniestros y un incremento de 24 respecto a igual etapa precedente, 10 fallecidos y 115 lesionados, con un ligero aumento también en este indicador.
Como en años anteriores, la zona rural acumula las mayores cifras de percances; pero, contrario a toda lógica, las rectas e intersecciones en carreteras, que están en buen estado técnico y cuentan con la señalización completa según las normas, acumulan el 83 por ciento de los eventos y el 80 por ciento de los occisos, la mayoría de ellos asociados a colisiones de vehículos en marcha y vuelcos, debido a las distracciones de los conductores de los autos involucrados en estos sucesos, el irrespeto al derecho de vía y las violaciones de los límites de velocidad.
De acuerdo con la información suministrada por la Dirección Provincial de Tránsito, los municipios de Sancti Spíritus y Cabaiguán incrementan los tres indicadores. Los mismos presentan tres y dos fallecidos, respectivamente. El resto de las víctimas fatales corresponden a Jatibonico, con tres, y con uno cada uno los territorios de Trinidad y Taguasco.
La mayor parte de los accidentes en esta provincia ocurren en horario nocturno y las tardes, sobre todo los domingos, miércoles y sábados, y el incremento ocurre a contrapelo de las múltiples acciones de prevención y enfrentamiento llevadas a cabo por las fuerzas operativas de la Unidad Provincial de Vigilancia y Patrullaje, de conjunto con la motorizada de Tránsito, sobre todo la imposición de más de 13 000 notificaciones, enfrentamiento que ha priorizado los tramos de mayor peligrosidad de las carreteras, e intersecciones de los perímetros urbanos; así como las medidas administrativas impuestas a los más de 1 500 conductores que manejaban vehículos sin poseer licencia de conducción, y la suspensión de 458 licencias de conducir, la mayoría por puntos y participación en accidentes.