Carabobo, Venezuela. –«Abajo, arriba; más rápido…». No se oye más que al instructor-asesor, y el rítmico palmotear de cuarenta manos, en armonía con el zapateo sobre el piso. Veinte «abejitas» siguen los correctivos gestos de un «rey» que las guía. «Repite ese paso, vamos», le dice Edielkis Hernández Guilarte a una de las niñas, y observa: «muy bien, ahora fuiste más expresiva».
Impecable la ejecución; hay embeleso. Mientras ensaya en el Centro de Desarrollo Comunal de Ciudad Plaza, Valencia, estado de Carabobo, el enjambre regala miel con su arte. Extasiados lo contemplan Emilio Toledo Miraval, presidente nacional de la Brigada de Instructores de Arte, José Martí, y Rolando Lasval, al frente de la misión Cultura Corazón Adentro.
«Emocionado por esta jornada» se declaró Emilio. Vino a encontrar algo bello, lo sabía de antemano, pero, «disfrutar de cerca del resultado de esa labor, ver en acción a los niños y niñas, departir con sus familiares, y sentir la pasión con que asumen este proyecto, es algo que de verdad impresiona».
Toledo Miraval tuvo frases de elogio para los cerca de 30 cubanos y cubanas que fomentan la Cultura Corazón Adentro por Venezuela; ponderó cómo desde el arte refuerzan la identidad y el amor por la historia, entre niños y adolescentes», más de dos mil de ellos integrados en los 94 núcleos colmeneros del país.
Similares palabras se les escuchó en El Patio de María, proyecto comunitario de Aragua, que, impulsado por artistas escritores y promotores venezolanos, tiene entre sus protagonistas a colmeneros, y al cubano Raúl Bernier Lescay como asesor principal.
En Aragua, y posteriormente en Caracas, el dirigente juvenil intercambió con las «abejitas»; por ellas y sus padres supo cuánto les satisface la labor de los asesores cubanos; escuchó el parecer de estos y los felicitó por su obra. Antes, en Carabobo, la plática se extendió al colectivo del Centro de Alta Tecnología (CAT), doctor Carlos Miguel Escarrá.
Dotada con equipamiento moderna, para exámenes y tratamiento de disímiles afecciones, el referido CAT, donde laboran 14 profesionales de la Isla, jóvenes casi todos, atiende un promedio diario de 120 personas, procedentes de Carabobo y de los vecinos estados del Táchira y Zulia. De sus servicios se han favorecido más de 19 000 pacientes en lo que va de año.
Esa labor igualmente fue reconocida por el presidente nacional de la Brigada de Instructores de Arte, José Martí, quien reconoció a Cultura Corazón Adentro y a seis de sus hacedores, con la Distinción «Médicos del Alma», por sus aportes en el enfrentamiento a la COVID19.