En la noche del viernes, Nelson Jesús Sosa, de 56 años de edad y residente de Hialeah, llamó al 911 para informar que “quería reportar dos cadáveres”, dentro de su vivienda en la cuadra 1100 del oeste y la 38th Terrace.
Sosa está acusado de asesinato en segundo grado por el presunto asesinato de su hermana, quien fue estrangulada y apuñalada.
La otra persona muerta dentro de la casa es la madre del agresor, de 84 años de edad que según las autoridades está pendiente se compruebe si éste puede estar también involucrado, aunque la víctima no presenta señales de violencia.
Una vez que las autoridades se presentaron en el lugar, Sosa quien tiene un amplio historial de agresiones desde el 2017, les hizo entrega a los oficiales de las llaves de la casa y un documento de varias páginas.
Según el documento la identidad del sujeto había sido robada por “perpetradores que cometen crímenes de lesa humanidad bajo el estado de terrorismo patrocinado”, además incluía que las personas que vivían en su casa “ya no eran ellas mismas”.
De acuerdo al informe del arresto que fue publicado por la prensa local, describe que Sosa estranguló a Mairym Sosa, de 53 años, su hermana y la apuñaló 21 veces en el torso.
A la madre de Sosa, nombrada Miriam Sosa, según las autoridades la encontraron acostada en la cama desnutrida y sin vida, los cargos de Sosa en relación a su madre están en dependencia de los resultados de la autopsia que determinará la causa de su muerte.
Las imágenes de las cámaras de vigilancia, explican los detectives de homicidio de Hialeah, indican que ninguna otra persona entró a la casa donde ocurrieron los crímenes.
En el mes de febrero la hermana de Sosa hizo una denuncia en la policía para decir que su hermano que padece de trastornos bipolar estaba agresivo.
Los vecinos del lugar de los hechos hicieron declaraciones a Telemundo 51, sienten mucho miedo del agresor pues los amenazaba, otros explicaron que Sosa ha estado en varias ocasiones recluido, siempre terminaban por soltarlo cuando consideraban que estaba mejor.
“Yo estoy que todavía no lo creo. Estaba fuera de sus cabales. Estaba loco. Yo se lo decía siempre a mi tía cuando venía a visitarla. ‘Tía mete a Nelsito en un psiquiátrico por favor», dijo al citado medio un familiar.
La madre de Sosa siempre respondía que él no quería que lo internaran.
Otros vecinos manifestaron que cuando lo veían por la calle preferían no salir de sus casas. Según cuentan acostumbraba a dañar las gomas de los carros del vecindario y semanas atrás forzó un cierre de una vivienda al parecer para invadir propiedades ajenas.
“Era un enfermo mental que se iba a convertir en un asesino, ahora es un asesino que ahora lo están tratando como un enfermo mental», dijo otra residente de la zona.
Una vecina dijo que dos días antes de la tragedia se sintieron voces: «se oía como que estaban torturando a alguien».
El acusado se encuentra en la cárcel del condado sin derecho a fianza.
