La administración de Joe Biden tiene como objetivo acelerar los procesos de peticiones de asilo en la frontera mexicano-estadounidense, por ello ha entrado en vigor un nuevo protocolo, a través del cual agentes del Servicio de Inmigración y Ciudadanía (USCIS) tendrán que considerar las solicitudes de refugio de ciertos solicitantes que demuestren temor de persecución o haber sido víctimas de torturas en sus países de origen, y que sean candidatos a deportación acelerada, recogió Efe.
«A medida que implementamos esta regla transformadora a través de un enfoque por etapas, reduciremos los tiempos de procesamiento y la acumulación de años en los tribunales de inmigración», celebró a través de un comunicado el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas.
Según el alto funcionario, los migrantes que reúnan los requisitos para el asilo, recibirán protección «más rápido», y quienes no serán expulsados, y ya no permanecerán en el país durante años en lo que el caso se resuelve.
La nueva medida persigue reducir a solo seis meses, un tiempo de espera que habitualmente puede durar hasta cinco años, para los solicitantes de asilo que ingresan por la frontera.
Por su parte, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) dio a conocer que esta nueva regla se aplicará de manera gradual, comenzando por un pequeño grupo de migrantes que se encuentran bajo custodia en el estado de Texas.
Cabe aclarar que solo los migrantes que se coloquen en procedimiento de deportación acelerada, después del 31 de mayo de 2022, son potencialmente candidatos para el nuevo proceso.
