―¡¿Apagones de seis horas?!
―Hay provincias donde han llegado a ocho, de ahí las quejas. Protestar por protestar, dice el Gobierno: casi siempre la electricidad se repone a las siete horas y cincuenta y cinco minutos.
―Los cubanos son así de exagerados.
―De ahí que haya que estar informándoles. Cubadebate, siempre previsor, ha intuido que a los que viven en penumbras pudo habérseles olvidado por qué funcionan los equipos, y colocó la siguiente nota: «Electricidad: fenómeno originado por el movimiento que experimentan los electrones, partículas de masa muy pequeña que se encuentran en torno al núcleo del átomo».
―Masa muy pequeña… como los panes.
―Exacto. Es tema de análisis cada vez que se reúnen los núcleos, pero todo sigue igual, en constante inercia alrededor de un mismo punto.
―¿Y hay muchas unidades fuera de servicio?
―Tantas, que solo se genera el 39 % de la capacidad instalada.
―Entonces la unidad de las unidades no era tan inquebrantable.
―La incapacidad instalada ha sido mayor. El sistema se diseña para trabajar ininterrumpidamente, y colapsó.
―¿Cuál sistema?
―El electroenergético. El otro es eterno por mandato constitucional, irrevocable.
―Como algunas piezas de repuesto.
―Sucede que al reponer el servicio la coincidencia en las cargas es mayor, arrancan a la vez los equipos electrodomésticos. Se producen sobrecargas que los transformadores no soportan, fallan estos y surgen las averías. Hay que escalonar la reposición de la electricidad. Gente que no tendrían luz por seis horas no entienden que se la repongan a la octava, el equivalente a una jornada de trabajo. Cada provincia tiene cuatro o cinco bloques de apagón en dependencia de la cantidad de consumidores.
―Bloques de apagón que, a diferencia de los de generación, trabajan con total eficiencia.
―Se han programado los mantenimientos para recuperar potencia y asegurar el verano… ¡¿pero qué verano?, si ni siquiera pueden asegurar la primavera!
―¿Y no se ha pensado en distribuir leña?
―La leña está resguardada por si hay que dársela a quienes protesten.
―La situación de los combustibles es bien difícil. Cuba compra el petróleo a terceros y con precios inflados. Ya lo dijo Randy en la Mesa Redonda: «el cubano sabe lo que es comprar por fuera». Eso se llama sensibilidad.
―Los asesores del Gobierno, único en el planeta que se define de ciencia e innovación, realizaron un estudio que arrojó que si las plantas de generación están viejas, el próximo año lo estarán más.
―Eso se llama experticia.
―Es inconcebible que, a pesar de que la situación es grave desde el 21 de junio del pasado año, Díaz Canel no la haya analizado en su reciente discurso ante la Asamblea Nacional. Solo expuso que «En medio de la compleja situación que enfrentamos se ratifican como prioridad la recuperación gradual del peso cubano como centro del sistema financiero, el enfrentamiento a la inflación, la estabilidad del sistema electroenergético nacional…». Lo coloca en tercer lugar entre las cosas más importantes, como si no incidiera en las dos primeras.
―Y habla de estabilidad, cuando es todo lo contrario.
―Está convencido de que será otro el panorama para el 2030. Cuba generará la mayor parte de su energía a partir de fuentes limpias.
―¿Separarán al azufre del crudo nacional?
―La corriente eléctrica se concebirá a partir del sol, el viento, el agua y la obtenida de la quema del bagazo.
―¡¿Bagazo?!
―Imagino que renuncien al azúcar y muelan la caña con paja y todo. Total…
―Si recurren a una planta de medio siglo de explotación como Tallapiedra, es de conjeturar que en pocos años vuelvan al paleolítico y tallen seborucos.
―Salvo que haya otra revolución… energética digo.
―¿Y no pueden dejar de construir hoteles para cambiar el panorama de tales termoeléctricas en completa obsolescencia?
―Esa tecla no se toca. Tampoco se mencionan las unidades térmicas flotantes, parece que solo generan a la hora de las novelas turcas. Los países de la región no podrán impedir que las interrupciones se extiendan hasta el Alba. Y ya ni se habla de que Rusia otorgó a Cuba un crédito de 1200 millones para sumar 800 megawatts. El proyecto fue firmado en octubre de 2015 con Inter Rao Export, empresa que suspendió no hace ni dos semanas el suministro eléctrico a Finlandia.
―¿Pidió Cuba su ingreso a la Otan?… No sería consecuente con el apoyo a Putin por su invasión a Ucrania.
―No es de extrañar: días antes del 17 de diciembre de 2014 se declaraba que solo habría restablecimiento de relaciones con Estados Unidos si desaparecía el bloqueo… A propósito: el gobierno cubano aduce que toda la culpa de los apagones la tiene usted.
―¿Hablas en serio?
―Sí, señor Biden.