Luego de un decepcionante segundo partido entre Gallos y Vegueros, el cotejo se encuentra empatado. Ahora los de casa enfrentarán tres partidos en tierras pinareñas a partir de este sábado
Las acciones entre los dos equipos se reanudan este sábado en el estadio Capitán San Luis. (Foto: Vicente Brito/Escambray)
Relacionados
Una división de honores fue el saldo que dejó el inicio de los cuartos de final del play off entre Gallos y Vegueros en el estadio José Antonio Huelga, que protagonizó dos partidos diametralmente opuestos.
El primero derivó en triunfo para los espirituanos cinco carreras por una, con excelente actuación monticular de Yuen Socarraz Suárez, quien se vindicó de una deuda histórica y ganó luego de 11 postemporadas sin hacerlo para reafirmar su rol como líder del staff. Fue en general un buen juego, donde los nuestros mostraron los atributos de agresividad y garra que los condujo a esta fase.
El segundo fue, en mi opinión, un seudojuego, deslucido de principio a fin, ya no por el nocaut de 12-2 de los visitantes, propio del béisbol y normal en play off, sino por la sucesión de incidentes, controvertidas decisiones arbitrales, pelotazos interpretados como intencionales, discusiones al por mayor, lluvia de expulsiones con ocho en total, prácticas groseras y antideportivas, ofensas verbales y gestuales que terminaron por involucrar también al público al punto de convertir al Huelga casi en una real valla de gallos, con una imagen lamentable para el mundo y las peores consecuencias para los locales que, además del mánager, perdieron a siete integrantes, además de que el equipo se desestabilizó y se fue totalmente del partido.
Incidentes aparte, visto de manera general, lo que cuenta es el abrazo que, según los entendidos, suele favorecer mucho más al visitador porque, por lo general, viene en busca de esa división. Pero la historia de los play off suele borrar todas esas tendencias, al margen de que, en verdad, con la paridad de los conjuntos, una barrida resulta impensable para cualquiera de ellos.
Corresponde a los Gallos ahora tener la capacidad de voltear la hoja del segundo encuentro y enfocarse en lo realmente importante: hacer su juego para tratar de ganar en casa ajena y, al menos, garantizar una vuelta a la suya. Toca a directivos y atletas el borrón y cuenta nueva. Por más que intentemos olvidarlo, a la hora en que concluyó el partido de marras vino a la mente de muchos cómo incidentes similares ante el propio Pinar y otros conjuntos en postemporadas anteriores se voltearon contra los nuestros.
Por chocante que a algunos les resulte, el estilo de juego de hombres como Juan Carlos Arencibia, que busca desarticular al contrario, son los Gallos los que no pueden caer en tales artimañas y concentrarse en lo que han hecho hasta ahora. Ningún factor, ni deportivo ni extradeportivo, puede ser más importante que el objetivo que defienden en estos cuartos de final: llegar a semifinales.
Eriel Sánchez desestimó otras consecuencias de los incidentes: “No fue un buen partido desde lo técnico, lo táctico y lo psicológico, pero no sucedió nada, son cuestiones dentro del béisbol y formas de jugar de cada cual. No creo que eso incida, de esto sacamos experiencia, ver qué perdimos, qué ganamos y en eso nos enfocaremos. Para Pinar del Río va el equipo de Sancti Spíritus de la Serie 61, no el de este juego, nos mantenemos fuertes, con la misma estrategia para enfrentar los tres juegos que tendremos allá. No vamos a medir los resultados de uno, al final de los siete partidos no gana el que más carreras haga, sino el que más juegos gane”.
Para Alexander Urquiola, mánager pinareño, se cumplió el objetivo: “Vinimos por un partido, sabemos lo difíciles que son los play off y estamos ante un rival compacto que también pelea en postemporada. Siempre confiamos en los muchachos y les pedimos tranquilidad, porque en este tipo de competencia hay que estar muy ecuánime para que en un momento determinado no se te vaya el equipo de las manos y eso lo logramos. Se complicó un poco como puede suceder, siempre les hemos dicho que ellos no están para discutir ni con los árbitros ni con nadie porque los encargados de eso somos nosotros, evitando que exista una expulsión que después repercuta dentro del colectivo, ellos están para jugar béisbol, ahora vamos juego a juego”.
Este sábado se reanudan las acciones en el Capitán San Luis, donde se jugará también domingo y lunes. De no haber decisión, el play off volverá al José Antonio Huelga.
Insisto. Corresponde a los dos equipos y al público pinareño y espirituano, en caso de regreso, recuperar lo sano del espectáculo que significan los play off para que estos sean una lucha limpia y fraternal, además de fiesta, de alegría y placer a la altura de la esencia cultural de la pasión de los cubanos.