Dar prioridad a la entrega de tierras ociosas y a agilizar los trámites de los productores que las solicitan, con el objetivo de sostener incrementos palpables en la producción de alimentos del agro, hoy muy alejados de las potencialidades existentes en las tierras cultivables de la provincia, fue la exhortación de Ydael Jesús Pérez Brito, ministro de la Agricultura, a los avileños.
El hecho de que, entre marzo de 2021 y febrero de 2022 —para poner un ejemplo— Ciego de Ávila haya crecido en unas 4 600 toneladas (t) en la producción de alimentos con respecto a igual periodo del año precedente es la muestra más palpable de que los volúmenes productivos pueden ser mayores en la actualidad, en correspondencia con la superficie agrícola del territorio, la experiencia de los agricultores avileños, la cantidad de áreas bajo riego y el empleo de soluciones alternativas en beneficio del incremento de los rendimientos en el sector.
Pese a que el análisis puso sobre el tapete la necesidad de no retroceder en la producción «por el bien del territorio y el país» —porque potencialidades existen—, no por ello puede decirse que los trabajadores de la rama agropecuaria estén cruzados de brazos.
Y la realidad más fehaciente fue la siembra, hasta marzo pasado, del ciento por ciento de las 19 946 hectáreas (ha) de alimentos del agro, programa que superaron en unas 740 por encima de lo pactado para la campaña de frío, de ahí que resultaría provechoso incentivar el programa de mejoras en el campo, en aras de crearles mejores condiciones de vida a los campesinos, quienes constituyen solo el 26,2 por ciento de la población rural y mayormente son una fuerza envejecida.
Liván Izquierdo Alonso, miembro del Comité Central y primer secretario del Partido en Ciego de Ávila, refirió que los resultados en el rendimiento agrícola y de los productos lácteos aún son insuficientes para garantizar la alimentación que la población requiere.
Para mejorar los indicadores actuales, comentó, los esfuerzos deberán centrarse en la contratación y en garantizar los pagos en término, acciones que también redundan en beneficio del alza de la producción, junto al uso correcto y manejo sostenible de los recursos naturales en los ecosistemas agrarios.