Santiago de Cuba, 19 may (ACN) Beneficiados con el régimen de asistencia en Santiago de Cuba agradecen la atención de los trabajadores sociales y el amparo gubernamental, aún en perfeccionamiento.
Yailin Mesa, madre de tres pequeños, recibe el completamiento monetario del salario de su esposo, refuerzo del único ingreso económico de la vivienda hasta que pueda incorporarse a un empleo adecuado, en gestión por la asistente social de su comunidad.
Comentó a la Agencia Cubana de Noticias que la cuantía otorgada cubre los gastos básicos de la casa, en particular los de los niños, aunque añora la incorporación al trabajo para satisfacer otras necesidades.
Ilianne Matos, madre de Estefan Rodríguez –paciente oncológico de siete años de edad-, reconoció las atenciones recibidas, a pesar de la actual situación del país, porque en casi un lustro de amparo, empañado por la incidencia de la COVID-19, se mantuvieron las visitas, las prestaciones monetarias y la entrega de un hogar e importantes recursos.
Yunaisis Moreaux, paciente seropositiva y favorecida por la asistencia social desde hace varios meses, destacó el interés y seguimiento de los trabajadores y personal médico a ella y su hija, negativa al virus de inmunodeficiencia adquirida, y expresó su gratitud por el sustento económico, luego de que la declarasen no apta para el empleo.
Aunque consideró muy adecuada la atención hasta hoy, alertó sobre la demora, incluso más de lo preciso, en algunos procedimientos para la entrega de bienes, requeridos para el cuidado permanente de su enfermedad.
De acuerdo con Milena Massó, madre de un infante con microcefalia, las acciones de la dirección provincial de Trabajo en función de la calidad de vida de estos niños se adecúan al contexto, pero requieren progresos.
Señaló que, además de asegurar ingresos mensuales y comodidades materiales, estas oficinas precisan estrechar vínculos con otras instituciones para un seguimiento integral, con el fin de atenuar necesidades surgidas con el avance degenerativo del padecimiento.
En medio de las actuales limitaciones, resultado de la pandemia y el arreciamiento de la hostilidad de los Estados Unidos hacia Cuba en los últimos años, el Estado y gobierno de la mayor de Las Antillas protege de forma priorizada a quienes se encuentran en situación de vulnerabilidad y velan por el adecuado desarrollo de esas familias.