En Trinidad fue inaugurada una exposición de fotografías, la cual describe el dolor de las víctimas sometidas a diferentes prácticas de tortura en cárceles y durante conflictos bélicos. La propuesta nos hace reflexionar en la condición humana
Imágenes desgarrantes resaltan el contenido dramático de la exposición Basta. (Fotos: Ana Martha Panadés/Escambray)
En las imágenes, la figura masculina sometida sobrecoge. Todo el horror físico y psicológico de la tortura como método de castigo es captado por el lente del artista y fotorreportero habanero Alexis Rodríguez García, que le ha regalado al público de la ciudad de Trinidad la exposición Basta.
Casi una veintena de fotografías digitales impresas en lienzo componen la muestra inaugurada en la Galería de Arte Universal Benito Ortiz Borrell de la sureña urbe, con la que el artista denuncia la violencia a la que son sometidos prisioneros de las cárceles de Abu Ghraib en Irak y en la Base Naval de Guantánamo, como expresión de un discurso estético e ideológico de plena vigencia.
A las fotos originales publicadas en la prensa, Alexis Rodríguez les incorpora sus propios recursos artísticos. Sobresale el manejo acertado de los colores blanco y negro para reforzar el contenido dramático de esta propuesta plástica, “la más desgarradora de mis exposiciones”, declaró a Escambray el también director y realizador de programas en la emisora Habana Radio.
En todos los encuadres, físicos masculinos desnudos detrás de las rejas o en lugares sombríos expresan la crueldad de la tortura —física o psicológica— como ejercicio de dominación y poder de un ser humano sobre otro; imágenes impactantes que irremediablemente nos remiten a las etapas más oscuras de la historia de Latinoamérica y las dictaduras militares durante los años 60 y 80 del pasado siglo.
En su empeño creativo, el artista incorpora otros elementos de hondo simbolismo como la figura del torturador, los alambres de púas y las rejas; personajes integrados a las historias visuales y que, de acuerdo con el curador de la muestra, Amílcar Rodríguez Zamora, “nos hacen replantearnos las complejas artistas de la condición humana en contextos históricos más actuales como la inesperada pandemia de la covid”.
A pesar de la crudeza de las fotografías, hay un propósito mayor en esta exposición. “Es un llamado a la paz, al respeto entre los seres humanos, a la defensa de los derechos humanos y un canto de esperanza por la convivencia pacífica entre las naciones”, declaró el artista.
Trinidad es la segunda ciudad en el país que acoge la muestra, después de exhibirse en la capital casi en coincidencia con los primeros reportes de coronavirus en Cuba, lo cual la mantuvo también en confinamiento. Impulsada por los aires de la nueva normalidad, Basta llegará entonces a otras urbes patrimoniales.
