Organizaciones de la sociedad civil denunciaron este miércoles en Ciudad México “los métodos de tortura” que usa el régimen cubano contra participantes en las históricas protestas del 11 de julio de 2021 y activistas de derechos humanos.
Auspiciado por Artículo 19, el evento que se celebró online y presencial presentó el informe “En Cuba se tortura” y contó con la participación de 15 organizaciones internacionales como CADAL (Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina), Civil Rights Defenders, el Instituto Raza e Igualdad, Cubalex y Prisoners Defenders, entre otros.
La asociación Prisoners Defenders, con sede en España, documentó entre 1.500 y 2.000 procesados a raíz del estallido social. Su presidente Javier Larrondo se refirió durante su exposición a las detenciones arbitrarias a que someten “a cualquier preso político” y que han marcado los arrestos del 11 y 12 de julio.
“Todos los detenidos fueron privados de libertad de uno a seis días por la Policía. Esto ya es ilegal en la legislación internacional. Ningún juez conoció (a los detenidos). El instructor no es un juez como en nuestros países democráticos. El instructor es un policía, un agente al servicio de la Seguridad del Estado, es decir, parte acusadora, y puede mantenerlo en prisión hasta seis días”, señaló.
“Después viene, en el proceso penal cubano, el siguiente escalón: el fiscal. El fiscal puede alargar esa detención hasta seis meses e incluso la Fiscalía General puede alargarlo el tiempo que quiera, ilimitado. Ningún juez ha conocido de esa prisión que ha tenido muchísimos presos políticos, la gran mayoría de los presos del 11J durante meses y meses y los jueces no sabían ni cómo se llamaban esos detenidos. ¡Cuidado! que es que estamos hablando de una violación flagrante de toda la legislación internacional”, recalcó Larrondo.
Cubalex identificó 14 métodos de tortura en Cuba. “Dividimos esta identificación en varias etapas: durante los arrestos, durante las detenciones en las estaciones policiales y ya en la prisión, una vez que ya dictaron sentencia”, explicó a Radio Televisión Martí, Giselle Morfi, representante de la entidad en México.
“Estos actos son cometidos por funcionarios o con su consentimiento. Además, es tortura cuando el Estado cubano no cumple con sus obligaciones internacionales de investigar, sancionar, de reparar a las víctimas de manera efectiva”, apuntó.
Los actos de repudio, violencia física y amenazas durante arrestos, uso de gas pimienta, manos en la espalda con esposas apretadas, exposición a altas temperaturas dentro de las patrullas y abandono en lugares despoblados son algunas de las técnicas usadas por las fuerzas represivas contra los opositores.
Integran la lista de acciones torturantes la exposición a bajas temperaturas durante los interrogatorios, intimidaciones, chantajes, amenazas, ofensas por el color de la piel, la apariencia física y orientación sexual y los castigos corporales.
Las condiciones precarias en los calabozos de las estaciones policiales, los desnudos forzados e injustificadas revisiones corporales, la negación de asistencia médica y golpizas en los centros de detención, forman parte de los métodos usados por las autoridades.
Olga Guzmán Vergara, consejera para América Latina de la Organización Mundial contra la Tortura recordó que el informe presentado por este Comité denuncia casos de violaciones a derechos humanos en contextos de protesta. Así como la nula independencia de procuradores de justicia y el aumento de la criminalización de la disidencia en Cuba.
Las organizaciones instaron al régimen cubano a adoptar las recomendaciones de la entidad de la ONU, como crear una institución nacional autónoma para defender los derechos humanos y garantizar la independencia en las fiscalías.