Los titiriteros, esos creadores cuyo arte plagado de fantasía hace florecer la imaginación de todos los públicos, celebrarán del 17 al 22 de mayo la fiesta más antigua de los retablos cubanos: el Festitaller Internacional de Títeres de Matanzas (Festitim), creado en 1994 por René Fernández Santana.
«Estamos viviendo una etapa difícil a nivel internacional, pero si cerramos las puertas al arte, si nos detenemos a esperar que todo mejore, no haremos nada. Este festival vamos a lograrlo nosotros. Los cubanos contamos con carisma, ganas, gracia, voluntad y con este país fantástico a pesar de los problemas», aseguró a la prensa Rubén Darío Salazar, director artístico de la Junta Creadora.
Esta 14 edición está dedicada a los 60 años de tres de los guiñoles fundados por la Revolución en 1962: el de Camagüey, el de Santa Clara y el Teatro Papalote, de Matanzas, a la par que homenajeará a México, país desde donde llegará una variada delegación con propuestas para todos los públicos.
También los espectáculos del Festitim se robustecerán con la asistencia de varias naciones cuya fuerte tradición titiritera es reconocida. Así, artistas de República Dominicana, Canadá, República Checa, Puerto Rico, llegarán a Cuba para acompañar a los representantes de las 8 provincias del patio que regalarán su quehacer en la ciudad de los puentes.
Identidad, memoria, diversidad, medioambiente, serán ejes centrales en este encuentro bienal que propone talleres para profesionales y aficionados, exposiciones, conciertos, así como el evento teórico Freddy Artiles, que incluye conferencias magistrales, presentación de audiovisuales y libros, además de constituir una plataforma de promoción para quienes desarrollan el arte de los retablos.
Este espacio será propicio para entregar la Distinción Hermanos Camejo y Pepe Carril a los artistas Graciela González y Pedro Valdés Piña, y los Premios Festitim 2022, que serán otorgados por primera vez.
Con la seguridad de que esta cita se suma al clamor nacional que pretender fomentar valores culturales en todo el pueblo, Darío Salazar insistió en el compromiso de los matanceros de «hacer un festival a la altura de los tiempos que corren».
