La conmemoración del aniversario 120 del nacimiento de Nicolás Guillén, el próximo 10 de julio, tuvo una anticipación de altísimo vuelo artístico con el estreno mundial en Buenos Aires de Negro bembón, obra instrumental del cubano Yalil Guerra, a cargo de la Orquesta Estable del Teatro Argentino, bajo la dirección del brasileño André Dos Santos, en el Centro Cultural Kirchner.
Guerra, guitarrista y compositor que ha desarrollado una intensa carrera entre California y Cuba en los últimos años y mereció el Premio Cubadisco 2021 por la producción Cuba: the legacy, con la Orquesta Sinfónica Nacional, consiguió recrear la poética guilleniana mediante procedimientos sonoros que toman en consideración tanto el carácter rítmico del texto como el entorno identitario reflejado por los versos.
En la estructura ternaria de la pieza –tres movimientos sucesivos rápido-lento-rápido– se advierte la asimilación de la síncopa sonera y la expresividad del bolero. Al respecto, Guerra comentó: «Del poema me atrajo la forma en que el poeta manejó el lenguaje, cortando ciertas palabras, tratando de transmitir un modo de ser, hablar y vivir, que reivindicó en su tiempo la presencia africana en la cultura cubana. A partir de ese concepto decidí usar una escala de seis tonos para crear una sonoridad melódica diferente y tensar los límites de la tonalidad».
Negro bembón fue publicado en 1930 a la cabeza del cuaderno Motivos de son, una auténtica revolución en la lírica insular en la época. Poco después, el compositor cubano Eliseo Grenet musicalizó el poema en una creación que se puso de moda en París, tal como quedó registrado en las crónicas del joven Alejo Carpentier.
El estreno de la partitura de Guerra se produjo en medio de la efervescencia generada por la dedicatoria a La Habana de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, y como parte de un programa consagrado a autores latinoamericanos, entre los que figuraron los argentinos Alberto Williams, Claudia Montero y Celia Torrá, el brasileño Joao Guilherme Ripper y el mexicano Federico Ibarra.
El director Dos Santos declaró que «siempre es un placer descubrir música nueva, compartirla con el público y un honor cuando la estrenamos. Con este sentimiento estrenamos Negro bembón, que nos lleva a un mejor conocimiento de la obra de Guerra y del arte cubano, que en el caso de Guillén, exaltó los valores de los pueblos negros de Cuba y el continente».