El Comité contra la Tortura (CAT por sus siglas en inglés) de las Naciones Unidas se pronunció sobre la situación en la isla y determinó que el régimen cubano viola la Convención contra la Tortura.
Durante el exámen de Cuba en la 73° sesión de esta entidad, celebrada entre abril y mayo, el órgano de expertos independientes que supervisa la aplicación de la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes (CCT) por sus Estados Parte, habló sobre la situación de los menores encarcelados tras manifestarse el 11 de julio contra el régimen cubano.
Sébastien Touzé, vicepresidente del CAT, mencionó además los arrestos artbitrarios y los casos particulares de José Daniel Ferrer, Luis Manuel Otero Alcántara y Denis Solís.
En el Informe de conclusiones y recomendaciones, Touzé reconoció que 55 menores fueron detenidos en las protestas y que muchos siguen detenidos actualmente.
Los expertos apuntan al marco jurídico cubano por facilitar a las autoridades de la isla llevar a cabo una política de represión contra algunos opositores políticos o culturales.
“Las autoridades, es decir los responsables de la Policía Nacional Revolucionaria y el Departamento de Seguridad del Estado, encarcelan con frecuencia a los activistas para impedirles participar en manifestaciones públicas o reuniones privadas para ejercer sus derecho a la libertad de expresión, asociación, reunión o circulación”, dijo el vicepresidente del CAT.
“Aquí el comité no puede sino expresar su preocupación por la falta de respeto de los derechos fundamentales primordiales libertad de expresión asociación reunión o circulación (…) Las actuaciones de algunas autoridades del Estado en el marco de la represión contra estas personas terminan con medidas manifiestamente contrarias a la Convención contra la Tortura“, concluyó.
En un informe alternativo, enviado a este comité en abril, las agrupaciones CADAL (Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina), FREEMUSE, que aboga por la libertad de expresión artística y la diversidad cultural y el Instituto sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos denunciaron que en Cuba se manifiesta “un fenómeno de serio agravamiento en la persecución de artistas independientes”.
Las agrupaciones denuncian que “todo aquel que es de opiniones contrarias al régimen y activa en favor de la vigencia de los derechos humanos, expresándose del modo que sea y asociándose, es perseguido y acosado de diversas formas, y en muchísimos casos encarcelados. Este fenómeno generalizado que incluye un especial ataque hacia los artistas independientes ha significado serias violaciones a los derechos humanos”.
Las tres entidades documentaron lo siguiente:
– reiteradas detenciones constantes de corta duración sin cargo alguno (en muchos casos en múltiples ocasiones, incluso día tras día)
– destrucción y confiscación de obras artísticas (que combinadas con el resto del acoso y detenciones producen graves afectaciones emocionales)
– diversas formas de acoso y vigilancia policial constante en los domicilios (patrullas y vigilancias fuera de los hogares de las víctimas) e impedimentos de salir de sus hogares. – acciones violentas durante las detenciones.
– violencia física y maltrato psicológico en los centros de detención (golpizas) – humillaciones de diverso tipo al momento de la detención (traslados sin ropas, en ropa interior o pijamas)
– humillaciones en los centros de detención (obligar a desnudarse, obligar a gritar consignas políticas en favor de la Revolución, etc.)
– aislamientos en los centros de detención – condiciones edilicias inadecuadas en los lugares detención – condiciones sanitarias inadecuadas en los centros de detención
– falta de atención sanitaria
– condiciones extremadamente inadecuadas de alimentación en los centros de detención
La agrupación Cuban Prisoners Defenders también presentó ante eñ CAT el informe “Las torturas, tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes sobre los prisioneros políticos en Cuba”.
El régimen cubano dijo que la organización y su presidente Javier Larrondo “sobredimensionan” la población penitenciaria en las cárceles cubanas, a la vez que mienten sobre sus condiciones de reclusión.