Acciones constructivas en la Estación de Alevinaje permitirán recuperar estanques en desuso para la cría intensiva de peces. El cumplimiento de los distintos ciclos reproductivos es otro propósito de este centro
La alimentación sistemática a las especies en desarrollo garantiza el crecimiento acelerado de los peces. (Fotos: Vicente Brito/Escambray)
En medio del paisaje agreste que otrora abrazaba las tierras de la Granja de Ceba de peces Boquerones, perteneciente a la Estación de Alevinaje de La Sierpe, hoy se observan decenas de lagunas artificiales donde crece parte de la biomasa que en su mayoría irá a parar a la industria pesquera de Sancti Spíritus para su procesamiento y posterior distribución.
Solo que debido al mal estado en que se encuentran algunos de los estanques más antiguos, en el 2021 no se pudo crecer en estas áreas en cuanto a siembra de alevines y tampoco en producción, es ahí donde radica la premura por terminar la reparación de unas 20 hectáreas en desuso, porque de estas dependerá, en buena medida, incrementar los niveles de cosechas, principalmente del claria, para asegurar parte de la alimentación que demanda los espirituanos.
Al decir de Pablo Batueca Manzo, director de la Unidad Empresarial de Base Acuisier, unas 26 hectáreas ya fueron recuperadas en el año precedente y como parte del propio plan de inversiones que comenzó hace varios años en la Estación, para el presente período se destinaron unos 400 000 pesos con los cuales pretenden impulsar estas labores reconstructivas.
EN LA MIRA DE LA REPARACIÓN
Por decisión de la Empresa Pesquera e Industrial de Sancti Spíritus (Pescaspir) la granja Boquerones estará destinada a la producción de alevines de ciprínidos, tal y como sucedió hace años con muy buenos resultados, pero a la vez asumirá el alevinaje número uno del claria, es decir, que pondrá en práctica un tipo de ordenamiento de las áreas y procesos en la estación, para crecer en cantidades de alevines, al punto de entregar hasta las cifras convenidas con el sector de la Agricultura y, a su vez, aportar animales a algunos productores particulares, que desde el año anterior se iniciaron en esta experiencia acuícola.
Esa es la razón por la que el incremento productivo está en la mira de la reparación, porque, sin duda, aportaría buenos dividendos a partir del desarrollo de especies que convierten con rapidez, aunque precisan de un impulso nutricional que en ocasiones depende de la disponibilidad de pienso y las materias primas para su elaboración, algo en lo que el país trabaja.
¿Qué pasa con el alimento alternativo que se obtiene utilizando el desperdicio de industrias?
El director de la Estación de Alevinaje explicó: “El claria es un animal que exige un nivel alto de proteínas, por lo que aprovechamos todo el desperdicio de nuestra propia industria y en ocasiones, de otras, para suplir el déficit del pienso. Para ello solicitamos al ministerio ciertas cantidades de aflecho; porque se ha demostrado que al ligarlo con la mezcla que se obtiene con el molinado de los desperdicios del pescado logramos una masa compacta que, aunque no sustituye el aporte alimenticio del pienso, complementa la dieta de los peces”.
LA CEBA: LA OTRA CARA DE LA MONEDA
A pesar de ser un centro destinado a la reproducción, la Estación de Alevinaje continúa incursionando en la ceba de algunas especies, así, por ejemplo, unido al cultivo intensivo de clarias, desarrollan el del bagre del canal y la langosta de agua dulce, estos últimos destinados a la sustitución de importaciones mediante las ventas online, lo que permitirá a Pescaspir emplear los ingresos en divisa en la adquisición de insumos y recursos que se utilizan en el propio proceso de reproducción y desarrollo de la Acuicultura.
“En el 2021 obtuvimos alrededor de 9 toneladas del bagre del canal y este año el plan es de 6; pero, tal y como vemos, esta especie se comporta mucho mejor de lo esperado y eso nos permite aspirar a más del triple de lo previsto. Ya se sembró un estanque con 10 000 animales, que debe aportar el 50 por ciento de la producción, pues el bagre requiere entre siete meses y un año para que alcance su peso y talla comerciales”, asegura Batueca Manzo.
También en el año precedente Acuisier entregó las primeras cantidades de langostinos de agua dulce para su venta online, la nueva modalidad de mercado que la empresa ha puesto en marcha para recaudar fondos y para ello utilizan dos plataformas digitales, además del sitio Elyayabero, que va a vender a precios diferenciados algunas de las producciones derivadas de la Industria Pesquera de Sancti Spíritus.
“El 2021 fue un año malo para el alevinaje, porque nos quedamos por debajo de lo previsto en cuanto a reproducción —aclara el director—, pero en los últimos meses y utilizando las piscinas de cemento que no estaban en explotación, por receso en el banco de reproducciones de tilapias, logramos mejorar los indicadores de alevines del claria, porque en los estanques de tierra nos estábamos quedando muy por debajo de lo previsto.
“Por tanto, lo que debimos sembrar en julio lo hicimos en octubre, es por ello que nos estamos proponiendo, en primer lugar, estabilizarnos para lograr la mayor cantidad posible de alevines y comenzar de inmediato la siembra con vistas a lograr un buen segundo semestre, para luego entregar un nivel superior de animales con peso y talla comerciales y a la vez ir preparándonos para hacer del 2023 el mejor año en la historia del claria dentro de la propia estación”, acotó finalmente Batueca Manzo.
