Ricardo Alarcón de Quesada, veterano diplomático y dirigente del régimen de Cuba, murió este domingo en La Habana, próximo a cumplir los 85 años, confirmaron familiares y fuentes oficiales.
Alarcón de Quesada, nacido en la capital el 21 de mayo de 1937, presidió por 20 años (1993 y 2013) la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento). Integró el Buró Político del Partido Comunista de Cuba desde 1980 hasta su purga en julio de 2013. Fue una de las principales figuras de la política y la diplomacia castrista, siendo titular del Ministerio de Relaciones Exteriores (Minrex) entre 1992 y 1993, y ocupó diversos cargos en las Naciones Unidas, incluido el de embajador de Cuba ante la ONU.
En sus años de juventud ingresó en la Universidad de La Habana (1954) e integró la dirección de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), participando en la mayoría de los actos de protesta organizados contra la dictadura de Fulgencio Batista. Se incorporó al Movimiento 26 de Julio, organización armada de Fidel Castro, y posteriormente al Directorio Revolucionario 13 de marzo, en 1955.
Durante toda su trayectoria fue fiel seguidor y vocero de Fidel Castro. Este domingo, el diario oficial Granma recuerda que Alarcón escribió en ese periódico sobre el difunto dictador, en 2016: “Fidel es un personaje sumamente raro. Rarísimo. Casi irrepetible. Ningún jefe de Estado en la historia (quizá Lenin) ha tenido ese ‘defecto’ que es ser incapaz de dejar algo a medias, esa necesidad de llegar hasta el último detalle de las cosas”. El fracaso de numerosos programas económicos y sociales ideados por el tirano lo desmienten.