En una imagen de su bisnieto publicada en Facebook, María Teresa Pérez expresó su dolor: “Cómo quisiera mi niño, que tu Papi Rowland te disfrutara y jugara contigo mi angelito”.
Una publicación de la semana pasada, muestra al pequeño antes de ir con su familia al penal, a visitar al manifestante del 11J. “Mi niño listo para ver a su papi en prisión, llega y lo abraza y le dice papá ven y le besa en su boca, pero mi niño no le falta a su papá en las visitas [;] bendiciones mis niños”, dijo la abuela de Rowland.
“Liberen a mi nieto y demás niños, ellos no mataron”, exigió la anciana en un post reciente.
Tras las protestas antigubernamentales Rowland Castillo fue arrestado con 17 años, por lo era un menor de edad según la Declaración de los Derechos del Niño de la que el Estado cubano es signatario. Lo sentenciaron a 18 años de prisión por manifestarse el verano pasado.
La organización de derechos humanos Justicia 11J presentó el 20 de abril el informe “Tortura en Cuba”, en el marco de la 73 sesión del Comité contra la Tortura, de Naciones Unidas. En ese espacio entregaron la documentación sobre al menos 1440 detenciones tras las manifestaciones de julio de 2021. De ellas, al menos 750 personas permanecen en prisión.
“Varias personas excarceladas, o en detención, mediante distintas vías de comunicación, han denunciado golpizas, pases de corriente, ofensas verbales, amenazas de abuso sexual, uso de canes para amedrentar, interrupción del sueño, aislamiento en celdas oscuras, los cuales tipifican como tortura y malos tratos”, entre otras vejaciones, denunció la periodista Darcy Borrero, miembro de Justicia 11J.
Prisioners Defenders registró, al cierre del 31 de marzo de 2022, la existencia de al menos 1027 prisioneros políticos en Cuba. Según el último listado publicado por la organización no gubernamental el 7 de abril, 891 detenidos tienen relación con las represalias de las protestas del verano pasado.