El periodista Maxwell también renunció a la revista el 27 de abril, aseguró en sus redes sociales.
“Nadie me va a hacer entender las decisiones que no tienen tras de sí las ganas de fundar. Nadie me va dorar píldora para convencerme de que —y lo digo sin vanidad— lo hicimos tan mal. Nadie me va a hacer creer que es una práctica honorable apartar y desechar cuando uno no es conveniente o se vuelve incómodo por hacer su trabajo. Nadie me va a decir que debo aceptar separaciones, silencios, firmantes de buró y ostracismos sin advertirles que solo espero que sean conscientes y consecuentes con lo que han hecho, y con el saldo que dejan sus acciones”, explicó.
Maxwell añadió que “nuestra Alma Mater —que es también la de Mella, aunque algunos no lo puedan asumir— no fue ni pretendió ser perfecta. Fue lo que fue. Y lo fue, también, gracias a Armando Franco Senén”.
“Armando es un tipo guapo, que no repara en decir tal como le vienen las palabras a la boca porque las dice convencido, es un tipo que sabe fundar y comprometer con las causas útiles. Armando es mi amigo, sí, porque hemos sabido construirlo poniendo por delante lo que nos une e intentando poner en consonancia en las que no concordamos. Armando es un hombre al que admiro. Con él entré a esa redacción que hoy amo, y también con él salgo de ella. Han sido buenos tiempos. Y ya veremos cómo vienen los próximos cinco años”, concluyó.
Franco Senén fue destituido de su cargo el pasado 26 de abril, lo que ha provocado cientos de reacciones entre seguidores del régimen y también opositores.
“Por decisión del Buró Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), Armando Franco Senén fue liberado de sus funciones como director de la revista“, señaló la nota de Alma Mater.