El activista cubano Luis Ángel Cuza, uno de los llamados ‘Patriotas de Obispo’, fue detenido el 27 de abril en La Habana, denunciaron otros opositores en redes sociales.
Según publicó el activista Pedro Quiala en Facebook, el activista fue trasladado a la estación policial de la Calle Dragones, Habana Vieja.
Quiala pidió la liberación inmediata de Cuza y de los cientos de presos políticos cubanos.
Otro de los manifestantes de la Calle Obispo en abril de 2021, Inti Soto, también exigió la liberación de su compañero Luis Ángel Cuza.
“Suelten a Ángel Cuza, esbirros. Patria y Vida”, comentó Soto.
Luis Ángel Cuza e Inti Soto fueron puestos en libertad el pasado 4 de enero de 2022, tras más de ocho meses de prisión por manifestarse pacíficamente en la calle Obispo, en La Habana.
Las autoridades cerraron el caso de Cuza en septiembre de 2021, pero permaneció en la cárcel hasta enero de 2022, a pesar de las exigencias de su abogado y sus familiares. Durante esos meses, Cuza pasó por varias estaciones policiales, Villa Marista y, finalmente, el 21 de mayo fue trasladado definitivamente a la prisión Combinado Sur, en la provincia Matanzas.
Cuza administraba una página de Facebook llamada ‘Artistas por la libertad de Cuba’, reportó el año anterior la revista El Estornudo.
“En una transmisión en directo a través de las redes sociales junto a Félix Modesto Valdés, [Cuza] exhortó a sus seguidores a presentarse el 30 de abril en el parque Cristo de La Habana Vieja, con el objetivo de caminar hasta la casa de Otero y sede del MSI, cercada entonces por agentes policiales. Personas de su entorno dijeron a El Estornudo que Luis Ángel es músico, compositor, arreglista y DJ. Se ganaba la vida poniendo música en fiestas y centros comunitarios”, indica la publicación.
El 30 de abril de 2021, un grupo de activistas se congregaron en la calle Obispo de La Habana para exigir paso a la vivienda del artista Luis Manuel Otero Alcántara, en Damas 955, cercada por la policía.
Ante la resistencia de las fuerzas militares a dejar que accedieran a la vivienda, se sentaron en un pequeño parque de las calles Obispo y Aguacate con las manos entrelazadas, en un acto de desobediencia cívica y pacífica, soportando la embestida policial y de la Seguridad del Estado, que terminaron por detenerlos.