El sistema de pesquisa neonatal, Infantix, desarrollado por el Centro de Neurociencias de Cuba (Cneuro), único de su tipo en el mundo, comenzará un proceso de validación a gran escala que consiste en una evaluación del rendimiento clínico con una población de 300 niños en el Hospital González Coro, proceso que permitirá obtener los valores reales de especificidad y sensibilidad del equipo.
Así lo informó a Granma Ernesto Velarde Reyes, ingeniero en Telecomunicaciones y uno de los líderes del proyecto, quien explicó que en febrero de 2019, Infantix obtuvo el registro del Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos para realizar pesquisas auditivas, asimismo el método de análisis visual fue registrado en abril de 2020, mientras que en enero de este año se obtuvo el registro del módulo de emisiones otoacústicas.
Infantix va encaminado a la detección temprana de trastornos de la audición y la visión en infantes, aclaró. Está herramienta, hecha en Cuba, se caracteriza por contar con un sistema diseñado para acoplar diferentes módulos, en dependencia de la prueba y de los registros de señales.
Por ejemplo, apuntó Valarde Reyes en el contexto del Congreso Internacional BioHabana 2022, para las pruebas de emisiones otoacústicas, el módulo viene equipado con un aditamento que posee micrófonos y bocinas, teniendo en cuenta que el análisis clínico consiste en que el dispositivo emita un sonido y recoja el eco del mismo. En ese «rebote» hay información del funcionamiento de todo el oído medio e interno, y a partir de esos datos, el Infantix hace un análisis y dicta un resultado, detalló el ingeniero Velarde Reyes.
En el caso de un potencial evocado visual, acotó, el paciente recibe un estímulo visual, un flash, y nuestro sistema de cribado evalúa la respuesta del cerebro a esa estimulación. «De esta forma se puede llegar a medir desde la retina, el nervio óptico, hasta la parte de la corteza del cerebro que se encarga del procesamiento visual».
Al decir del especialista, mediante este tipo de pesquisa se pueden llegar a detectar grandes problemas de la vía visual como las cataratas congénitas o neuropatías del nervio visual.
«En ambos potenciales evocados, tanto visuales como auditivos, si el dispositivo detecta alguna anomalía, indicará que ese paciente debe ser referido, ya sea para repetir la prueba en las próximas semanas o para ser atendido directamente por los especialistas; de lo contrario, señalará que el infante pasó sin problemas la prueba».
El principal propósito de nuestro trabajo, aseguró, es detectar lo antes posible cualquier padecimiento auditivo o visual; y en el caso específico de la audición, el objetivo es que cada recién nacido salga del hospital con esta prueba realizada.
Dicha meta, explicó, viene condicionada porque, a partir de los seis meses de edad, se empiezan a formar en la corteza cerebral las zonas relacionadas con el lenguaje. «Si somos capaces de diagnosticar prematuramente cualquier problema y referir la atención especializada, ese paciente tendrá durante su vida un desarrollo normal».