Entre las riquezas que nos ofrece la llegada de la Feria, está la de volver a interactuar con los autores y ver de frente, y escuchar, a quienes nos han dado la posibilidad de entrar a otros mundos por medio de su escritura.
La sala José Antonio Portuondo, del Centro Histórico de la Ciudad, se hizo eco en la primera jornada de un espacio dedicado al narrador Julio Travieso, Premio Nacional de Literatura 2021.
Cierto es que, sin mucho público, por la inmensidad de la Feria —dos sedes y alrededor de 19 subsedes no son poca cosa— tuvo lugar la charla que amenizaron junto a Travieso los investigadores, docentes y escritores Félix Julio Alfonso y Emmanuel Tornés; pero puede estar tranquilo el autor de El polvo y el oro. Quienes allí estuvimos podemos dar fe de que escuchándolos se exacerba el deseo de revisitar lo que de él hemos leído, y aventurarnos en lo que aún no ha caído en nuestras manos.
«En relación con mis libros me han sucedido cosas extraordinarias», dijo Travieso, y se dispuso a contarnos. Supimos que escribe de noche y hacia la madrugada, que hay libros que le producen dolor; y hay otros, como El cuaderno de los disparates, con los que se ha divertido mucho. Pero antes llegó el elogio.
Como uno de los más consistentes novelistas de Cuba lo valoró Alfonso, quien avaló su narrativa como «una de las más atrayentes y significativas de los últimos 50 años en el panorama literario» nuestro. Tras citar algunas de sus obras, se detuvo en la novela Llueve sobre La Habana, la cual considera, al igual que el autor, que debe leerse en el sentido de la estética de las metaficciones posmodernas cubanas que ubican su trama en el llamado periodo especial.
En medio de desafíos tremendos —dice Félix Julio— Travieso no vacila en ofrecernos este paisaje descarnado de La Habana finisecular, pero lo hace con honestidad y pasión, con una visceral sinceridad, con un vivo dolor y una delicada ternura.
A la cuentística del autor —la que releyera recientemente— se refirió Tornés. El regreso a sus narraciones fue un antídoto contra el mal en tiempos de COVID, refirió. Nuestros lectores deben leer más a Julio Travieso, en cuyos textos están los individuos y sus conflictos, están los seres humanos, no sin magulladuras. Hacerlo, dijo, es entrar en contacto con la buena literatura.
