Una buena amiga, conocedora del medio, está feliz al poder ver la serie Promesas en un horario “humano” (asequible). Su estreno, unos meses atrás, a las 11 de la noche, hizo que una parte de la población no pudiera disfrutar de esta serie marcada por la calidad en el guion, la puesta en escena, las actuaciones y, en general, la calidad de un buen producto audiovisual.
Resulta excelente para el televidente que, aunque se trate de la reposición, este buen producto llegue en un horario estelar.
Desconozco por qué propuestas conceptual y estéticamente buenas se transmiten después de las 11 de la noche; eso sucedió también con la segunda temporada de Rompiendo el silencio, que después pasó a un horario humano.
Si fue por las escenas algunas fuertes del ejercicio de la violencia, esas mismas, en cuestión de relojes, se transmitieron en otra oportunidad en un horario temprano.
No creo que la televisión tenga una cantidad de series, miniseries o tele dramas que le permita tirar alguna por la ventana, porque es lo que sucede cuando se transmiten después de las 11 de la noche
Lo bueno que realiza nuestra televisión debe ser proyectado en horario estelar y si existe alguna escena escabrosa no hay que preocuparse mucho, pues hoy por hoy se transmiten serie turcas, latinoamericanas y norteamericanas fuertes, en horarios estelares, aunque en otros canales que no son Cubavisión, este que constituye el más seguido por una buena parte de la población y el que los realizadores cubanos prefieren como trampolín para presentar sus piezas.
(Tomado del Portal de la Televisión Cubana)