Según se describe en su blog personal Yesenia Selier es una artista e investigadora nacida en Cuba. Durante más de 25 años ha estado estudiando, enseñando y realizando danza afrocubana, desde un estilo de enseñanza cálido y dinámico, dirigiendo talleres en los Estados Unidos, Europa y América Latina. Como intérprete de géneros tradicionales, su presencia en el escenario es emocionante, ferozmente hermosa; transmite una autenticidad amorosa. Yesenia ha trabajado junto a artistas como Teresita Fernández, Coco Fusco, Septeto Nacional de Cuba, Jane Bunnett, Wynton Marsalis, Chucho Valdés, Pedrito Martínez, Román Díaz.
Escribió y produjo la obra de teatro “Women Orishas” para el Museo Cubano de Miami (2013); el espectáculo “Cuba en Clave” para el Centro Cultural Cubano de Nueva York (2014); el performance-procesión “Día de Reyes” en el Madison Square Park (2015); el performance “Oshun-Inform” en el Washington Square Park (2016); “Love Vibration”, en el Queens Museum (2017); “Nigra Suns” en el Kennedy Center for the Performing Arts (2018); y “Cachita”, APAP (2019).
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Su trabajo sobre la cultura afrocubana, que abarca la danza, la música y la identidad racial, ha sido publicado en Cuba, Estados Unidos, Colombia y Brasil. Yesenia Selier es Máster en Artes y Estudios Latinoamericanos y Caribeños por la Universidad de New York (NYU) y candidata a doctorado en el Departamento de Medios, Cultura y Comunicación de NYU. Actualmente se desempeña como Manager en Religiones Afro-Globales en el Smithsonian National Museum of African Art.
Con ella conversamos…
¿Cómo ha sido vivir fuera de Cuba y también con tu corazón, tu mente y tu cuerpo dentro de Cuba?
Bueno, es interesante que muchas personas cuando viven fuera de su territorio se apegan más a su cultura, a sus costumbres; en lo personal nunca he dejado a un lado mi cubanía. Además, he colocado siempre mi atención, mi interés, mi seguimiento y compromiso como investigadora y artista en representar a Cuba con el objetivo no sólo de compartir la cultura cubana, sino de expandir nuestra audiencia y ampliar el entendimiento que existe sobre lo cubano. Creo que una de las cosas más poderosas que me ha dado también estar fuera de Cuba ha sido entender lo cubano en movimiento, yo creo que eso es parte del trabajo que he estado haciendo.
Por una parte, está mi práctica como bailarina, como maestra de baile centrada en el performance conceptual en torno a los bailes afrocubanos, entonces por ahí definitivamente hay una conversación que siempre va ampliándose en torno a lo que es el movimiento del cuerpo cubano, los archivos que existen en torno a la africanía, al legado cultural africano. También creo que, desde el punto de vista investigativo, me ha interesado muchísimo entender la dinámica de los afrocubanos fuera de Cuba, ha sido el eje central de mi trabajo en los Estados Unidos, lo fue además durante la investigación de una maestría en estudios latinoamericanos que desarrollé en New York University (NYU).
¿En qué año saliste de Cuba?
Salí de Cuba en el año 2004, precisamente a través de un intercambio académico con Hunter College, ese programa para estudiosos del Caribe fue la razón que me trajo acá a los Estados Unidos. Tenía en ese momento una relación sentimental con una persona cubanoamericana, pues nos casamos y durante un tiempo considerable estuve trabajando como artista, como maestra de danza y ejecutiva de las artes en diferentes organizaciones en New Jersey y en New York.
¿Y cómo accedes a los estudios de maestría que mencionas, qué tema investigaste?
Apliqué a una beca en NYU, afortunadamente la recibí y pude dedicarme a realizar mi maestría. Para mí fue un momento transformador...