Cienfuegos, 17 abr (ACN) La Loma del Convento, en la provincia de Cienfuegos, vuelve a ser noticia tras el anuncio de que será declarada Monumento Nacional, aunque muchos ignoran los múltiples atributos históricos y arqueológicos atesorados en el promontorio, donde el fraile dominico Bartolomé de las Casas se convirtió de encomendero en protector de los indios.
Por años, investigadores y arqueólogos como Marcos Rodríguez Matamoros, fallecido en enero de 2016, y Lester Puntonet, laboraron en establecer el lugar exacto de la encomienda por cuanto significaba que en el propio Cienfuegos, cercano a su bahía había tenido lugar la radicalización del pensamiento humanista del reconocido religioso.
Ubicado en la zona de Rancho Luna, y muy próximo al viejo camino que llevaba a Trinidad, en ese punto de la hoy geografía cienfueguera, permaneció entre 1514 y 1515 el padre Las Casas, junto a su amigo Pedro Rentería.
Ese hecho tuvo lugar cuando el adelantado Diego Velázquez les entregó, mediante el sistema de encomiendas, una parte de tierra y algunos aborígenes para que laboraran en la extracción de oro del río Arimao, un negocio que los colonizadores españoles pronosticaban de grandes dividendos.
ACNReporta. Loma del Convento en Cienfuegos, más visible como Monumento Nacional. Es el lugar donde el Padre Las Casas se convirtió en defensor de los aborígenes en Cuba. @EddaACN_Cuba @mprietoACN_Cuba @YohaACN_Cuba @jpabloACN_Cuba ver en https://t.co/k8j6cJJolz pic.twitter.com/wO9FFIkAiS
— Onelia ChavecoACN_Cuba (@onelco999) April 17, 2022
Los estudiosos cienfuegueros tenían el antecedente que en 1973 el arqueólogo Alfredo Rankin Santander localizó en la Loma del Convento, cerca del río Arimao, en Cienfuegos, un yacimiento de grandes proporciones, que describió como precolombino en esa fecha.
También tuvieron la ayuda de datos extraídos de los escritos o diarios de aquellos colonizadores, entre estos del propio Las Casas quien en su obra Historia de las Indias, en uno de los párrafo afirma que su encomienda estaba “cerca del puerto de Xagua, en un pueblo llamado en lengua de indio, creo que Canarreo…” el cual se ubicaba al este de la bahía.
Luego, en la expedición arqueológica conjunta cubano-soviética efectuada entre diciembre de 1986 y enero de 1989, se encontraron varios objetos de cerámica, y otros exóticos de metal, entre estos una de las mitades de un compás muy antiguo, sometido por su parte plana a talla por manos aborígenes.
Rodríguez Matamoros remitió un dibujo de la pieza a la Escuela de Arqueología y Rehabilitación de Alcalá de Henares, España, la cual confirmó que se trataba de la mitad o pata de un compás de cartografía náutica, de los usados a fines del siglo XV y principios del XVI por los navegantes, pilotos y cartógrafos de la época.
Como resultado, el equipo de arqueólogos cienfuegueros concluyó que la pata del compás había sido sometido a un cambio de uso por parte del poblador aborigen, muy probable como amuleto para usar colgante, y al cual -con otro objeto de gran dureza- le agregó muecas y surcos coincidentes con los aparecidos siempre en igual disposición y número, en los llamados idolillos tabulares de concha.
El investigador concluyó ante ese hallazgo, estar ante un proceso de transculturación temprana que tuvo lugar en el territorio de Jagua, durante los primeros tiempos de contactos e intercambios etnoculturales entre aborígenes y exploradores españoles.
Otro de los aportes de Loma del Convento es el fechado relativo por el método de colágeno en muestras del sitio que corroboran dos momentos diferentes de poblamiento, el primero en los alrededores del año 1330 de nuestra era, y el segundo cercano a 1550.
De costumbres y saberes de los primeros pobladores de Jagua, resulta relevante la información aportada por el propio Las Casas quien describe cómo los habitantes del lugar habían construidos viveros o corrales, en ensenadas de aguas someras para mantener en cautiverio, pero en estado natural a diferentes especies de peces.
Así dentro de esos tranques elaborados con ramas y bejucos, disponían de alimento seguro, usaban los necesarios y el resto los dejaban en esos depósitos, en lo que apunta a una rudimentaria piscicultura.
Entre los 16 residuarios localizados en Cienfuegos hasta el momento- escribe Rodriguez Matamoros- Loma del Convento clasifica como un poblado de permanencia con un contexto arqueológico muy variado y rico, con gran número de fogones y otras evidencias.
En otro orden se refiere al emporio como el gran residuario agroalfarero, o el más importante residuario neolítico conocido hasta entonces en el territorio cienfueguero.
Este especialista abordó el tema en varios textos tales como: Historia de Cienfuegos, Aborígenes de Jagua (2004); o el capítulo primero de Síntesis Históricas Provincial de Cienfuegos (2011).
Asimismo trató los resultados de sus indagaciones en conferencias o encuentros con el grupo de arqueología bajo su tutela y a cuyos integrantes les impregnaba la pasión por cada hallazgo, gracias a estos hoy se conoce mucho más de quienes poblaron la vieja comarca de Jagua.
