A mediados de enero la cadena televisiva norteamericana CNBC reconocía el valor de las vacunas cubanas para los países de bajos ingresos por lo barato y económico que resulta su producción, por su capacidad de producción a gran escala y el no requerimiento de refrigeración profunda. Pero sobre todo por la gran efectividad que ha demostrado tener su aplicación en el enfrentamiento a la Covid-19 en Cuba tanto en adultos como en población pediátrica.
El avance de la vacunación masiva en el país provocó que desde el mes de septiembre hasta diciembre se notara un descenso paulatino y escalonado de los casos confirmados y fallecidos. Incluso permitió enfrentar la ola de contagios producida a nivel mundial por la presencia de la variante Ómicron que en el caso de Cuba fue ínfimo en comparación al resto de los países.
Actualmente se han administrado 35 544 100 de dosis de las vacunas Abdala, Soberana 02 y Soberana Plus. De ellos 94% han recibido al menos una dosis de estos inmunógenos y 86,6% presenta ya el esquema completo de vacunación. Además, desde noviembre se inició la vacunación de refuerzo o booster en algunos territorios seleccionados y grupos de riesgo donde 6 422 700 personas ya se la han administrado.
Esta situación aparejada con la realización de diferentes acuerdos con otras naciones de cooperación en el área de la medicina y la biotecnológica para el desarrollo de las vacunas a mayor escala, ha permitido realizar acuerdos de donaciones y negocios de exportación a países menos favorecidos en la repartición de vacunas para enfrentar la pandemia del coronavirus. Los ejemplos se han dado fundamentalmente en América Latina y el Caribe.
Las vacunas cubanas cuentan actualmente con el visto bueno en la región latinoamericana. Venezuela, Nicaragua, San Vicente y las Granadinas y México han aprobado su autorizo de uso de emergencia, y Argentina ha expresado interés en hacerlo. Además, fuera de la región han tenido el aval de Irán y Vietnam, y en el caso de Italia se han hecho colaboraciones para el desarrollo de la vacuna Soberana Plus con el ensayo clínico Soberana-Turín.
Cuba mantiene conversaciones con más de 15 países sobre la transferencia de tecnología y la producción local de sus vacunas y ya negoció acuerdos de transferencia de tecnología con Argentina, Vietnam y Nicaragua.
Cuba suma no divide
La Mayor de las Antillas brinda sus vacunas y proporciona la tecnología para producirlas. Una acción contrastante con las grandes empresas farmacéuticas de los países desarrollados, que se niegan a compartir los conocimientos técnicos al respecto. Incluso se oponen a la exención que pide no aplicar las patentes de medicamentos, vacunas y productos médicos muy necesarios en tiempos de pandemia.
No obstante, la acción de Cuba no supone un mero gesto de egolatría o de súper potencia médica y biotecnológica, sino que se pone como vanguardia y ejemplo a seguir por estas otras naciones en el internacionalismo y la solidaridad con los pueblos como valores y características intrínsecas de nuestro pueblo, sus profesionales y su Revolución.
No supone tampoco opacar otras acciones de cara a elevar las capacidades y acceso a vacunas en la región como es el caso de la vacuna Vaxzevria. Un producto desarrollado por el laboratorio europeo AstraZeneca, en colaboración con la empresa argentina mAbxience y la mexicana Laboratorios Liomont y que ya se encuentra en la lista de uso de emergencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Eduardo Martínez, presidente de BioCubaFarma, expresó en su cuenta de Twitter al respecto: “No competimos con los países hermanos de la región, para ser los primeros, competimos con un virus. Teníamos la experiencia y capacidad, trabajamos muy duro y lo logramos. Las vacunas cubanas, han demostrado ser muy efectivas.”
Las primeras vacunas #COVID19, desarrolladas en A. Latina y el Caribe son #Abdala, #Soberana02 y #SoberanaPlus, son vacunas cubanas. Lograron el Autorizo de Uso de Emergencia otorgado por el CECMED, una Autoridad Regulatoria reconocida por la OMS y de referencia en la región. pic.twitter.com/ookFEVn1dy
— Eduardo Martínez Díaz (@EdMartBCF) December 26, 2021
Cabe señalar que nuestras vacunas esperan aún por el aval de la OMS, que como bien expresara Martínez en ese tweet, existe interés por presentarlas al proceso de precalificación, pero su avance depende de nosotros. El pasado mes de marzo fue enviada la solicitud para la vacuna antiCovid-19 Abdala.