Sesenta segundos le toma a un agente de ShotSpotter, el sistema de detección de disparos que se utiliza en más de 120 ciudades de Estados Unidos, identificar y reportar a la policía disparos de armas de fuego en la zona donde se encuentre instalado.
Funciona de la siguiente manera: cuando se dispara un arma, el sonido es captado por sensores acústicos ubicados estratégicamente en áreas de la ciudad. La triangulación del audio identifica la ubicación de los disparos y el sonido es analizado por algoritmos de aprendizaje automático. Si este sonido coincide efectivamente con el de un disparo (o varios), ShotSpotter envía una señal al Centro de Revisión de Incidentes, donde un especialista lo revisa y añade otros datos resultantes de la lectura de la señal (“tiradores múltiples”, “armas automáticas”) y envía la información a la policía.
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A pesar de que el sistema ha recibido críticas como que el nivel de precisión que alegan (97 %) no es en la realidad tan alto, sus reportes son utilizados y aceptados como evidencia en la corte estadounidense.
La madrugada del 30 de abril de 2020, cerca de las 2:00 a.m., ShotSpotter reportó un incidente en el barrio de Adams Morgan de Washington D. C.: un arma había sido disparada aproximadamente 32 veces en la calle 16th Northwest, cerca del número 2630, donde se encuentra la Embajada de Cuba en Estados Unidos desde julio de 2015.
El hombre que la Policía Metropolitana encontró al llegar allí sostenía en sus manos una bandera estadounidense y habría manejado desde Pensilvania para “confrontar a sus enemigos”. Es decir, a “los cubanos”.
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Ilustración: Emilio Cruañas (Emii).
En la noche del 29 de abril de 2020, Alexander Alazo, de 42 años, salía desde la casa de su esposa, en Pensilvania, rumbo al Distrito de Columbia con un rifle semiautomático AK-47 en el suelo de su Nissan Pathfinder 2015. Cuando llegó a su destino –la calle 16th Northwest– pasó de largo frente a la Embajada de Cuba para luego regresar 15 minutos después y estacionarse justo frente a ella.
Lo que sucedió después quedó registrado por la cámara de seguridad de la Embajada:
Alexander Alazo bajando del auto con una bandera cubana –previamente embarrada...