La Unión de Federaciones Europeas de Fútbol (UEFA) sancionó al equipo Atlético de Madrid después de que un grupo de aficionados a esa plantilla fueran grabados haciendo saludos fascistas en las primeras filas de las gradas del Etihad Stadium, de Manchester.
Pues bien, 48 horas antes de disputarse ayer la vuelta eliminatoria de cuartos de finales de la Champions League, se ordenó el cierre parcial del estadio Metropolitano, del elenco español, por ese comportamiento discriminatorio de sus aficionados.
De tal manera, la organización de los rojiblancos tuvo que comunicar que sectores del graderío serían inhabilitados, un espacio que abarca unos 5 000 asientos, reportó la publicación Marca.
La medida fue aplicada este miércoles, precisamente en la jornada de vuelta contra el Manchester City. Y, además, cumplieron la exigencia de la uefa de desplegar en la instalación una tela con el lema No al racismo, junto al logotipo del organismo rector del fútbol europeo.
La dirigencia del Atlético de Madrid afirmó que siempre han colaborado con la Policía en su afán de erradicar estas conductas y que han sido inflexibles con esas posturas, aplicando las sanciones correspondientes.
Esas manifestaciones a estadio lleno, en un mundo que ahora mismo lucha contra el neofascismo, demandan más rigor en cuanto a las sanciones, pues pudieran acarrear una tragedia de consecuencias impredecibles. Al fascismo no se le puede dejar anotar goles, hay que sacarle tarjeta roja.