No es esta una Feria del Libro más, es la Feria que estábamos esperando, reconoció ayer, en conferencia de prensa, Miguel Díaz Reynoso, embajador de México en Cuba.
En una cálida intervención, el diplomático contextualizó el entorno en que tendrá lugar en La Habana, desde el 20 hasta el 30 de abril, y posteriormente en todas las provincias de la Isla, la 30 Feria Internacional del Libro Cuba 2022. La valoró como una fiesta de la cultura, «la que construimos y nos interesaba apoyar e impulsar, y es un honor para México ser el país invitado de honor», refirió.
«Venimos de un largo encierro, anhelando volver a salir, y el libro nos lo permite», afirmó el funcionario, quien subrayó que hace dos años, a causa de la pandemia de la COVID-19, México necesitó la mano amiga de Cuba y esta «nos dio médicos»; un año después solicitó apoyo de México y México se dispuso a ayudarla. Recordó la llegada del buque Huasteco al puerto de La Habana, «cargado de cultura», en el cual venían desde la obra de Juan Rulfo, hasta la poesía, los mitos indígenas, los libros de ciencia y tecnología, «y eso fue el inicio de este enorme festejo». Rememoró, para reafirmar la vinculación cultural, histórica y fraterna de ambos pueblos, la presencia de Cuba en el Festival Cervantino, «muestra de todo lo que podemos hacer juntos».
En la Feria, donde habrá unas 50 presentaciones con más de una veintena de autores mexicanos, se establecerá la Librería del Fondo de Cultura Económica de México, un espacio para beneficio del lector cubano, y vendrá una significativa delegación representante de la pluralidad artística de esa tierra. El público reconocerá lo tradicional y lo nuevo, «qué hay después de Frida y Diego», refirió Díaz Reynoso, para ratificar la presencia del arte contemporáneo en la muestra. El Ballet Folclórico Nacional y la artista Eugenia León, amiga de Cuba, integran la comitiva de artistas.