El presidente cubano junto a la contralora general de la República, Gladys María Bejerano Portela. Foto: Estudios Revolución.
El primer secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, asiste este miércoles a la reunión de balance anual de la Contraloría General, que analiza el trabajo realizado y los desafíos futuros luego de 2021, un año marcado por la pandemia y el recrudecimiento del bloqueo de Estados Unidos.
Durante el encuentro, en la sede del Ministerio de Economía y Planificación, se destacó que Cuba necesita incorporar la ciencia en los procesos de su economía y las acciones de control.
Sobre estas últimas, se habló de seguir atentamente y con sistematicidad el modo en que se van llevando a los niveles de provincia y municipio las acciones de control y de supervisión.
Se conoció que, de los 7 311 auditores con que cuenta el sistema en el país, más del 60% son mujeres y cerca del 38%, jóvenes.
Sobre los jóvenes, se subrayó la importancia de trabajar con ellos de manera especial y de poner atención a los cursos que permiten la especialización en la contraloría.
Durante el debate se destacó que la autopreparación permanente es fundamental en la vida de un auditor. Foto: Estudios Revolución.
En el debate se resaltó que el sistema nacional de contraloría es una gran fortaleza para el control del país, y que la autopreparación permanente es fundamental en la vida de un auditor. Además, trascendió el papel de los auditores en acompañar a la dirección del país para llevar adelante la estrategia económica y social.
También se afirmó en el debate que, para quienes deben auditar, es un reto la ética, la conducta personal limpia en un contexto adverso, y que es necesario que las administraciones de las empresas vean las auditorías como herramientas de control que pueden dar luces sobre caminos de mayor eficiencia.
Igualmente, que es importante fortalecer el trabajo de quienes tienen responsabilidades dentro del universo de la Contraloría, atender a una reserva de cuadros que ha ido envejeciendo, y apoyar a auditores internos de base, vitales en la empresa estatal.
Se subrayó que es esencial no perder de vista el hecho de que detrás de cada deficiencia detectada en las entidades, hubo alguien que no cumplió con sus responsabilidades de control y supervisión, y que cada análisis implica una visión multidisciplinaria.
(Con información de Presidencia en Twitter)
