Desde los años 30, cuando Eligio Sardiñas “Kid Chocolate” ganó la primera corona mundial en el boxeo profesional cubano, hasta la actualidad, Cuba ha contado con muchos monarcas del orbe, algunos de ellos mediáticos, otros no tanto.
En las últimas tres décadas, los púgiles cubanos han hecho carreras en Europa y EEUU; púgiles que fueron formados en la denominada escuela cubana de boxeo. Muchos han triunfado, otros han decepcionado por múltiples razones, entre ellas, indisciplinas.
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Estos últimos tomaron rumbos equivocados, y algunos de ellos han expresado sus frustraciones por el camino escogido. Peleadores que tenían todas las condiciones físicas, talento por arrobas, pero que cometieron muchos errores.
Otros fueron guiados por la línea correcta. Son muchos, pero no es necesario mencionarlos. Algunos han sido ejemplos para actuales y futuras generaciones. Uno de ellos es el santiaguero Yordenis Ugás, quien tuvo una etapa que no supo aprovechar al máximo, pero ahí estaban las manos de mentes positivas que lo supieron llevar al estrellato universal.
Uno de los que ayudó a Ugás en la etapa difícil de su carrera, hace 8 años, fue el lanzador zurdo holguinero, de los Yankees de New York, Aroldis Chapman. También está puesta la mano de un cubano estadounidense, Luis de Cubas Jr., guía fundamental en la carrera del santiaguero en los últimos años.
También Ismael Salas, guantanamero de pura cepa y quien entrena a Ugás desde hace varios años en Las Vegas. Decir Salas es hablar de éxito. Gran trabajo desde la base en Guantánamo hasta el equipo nacional, además de su paso exitoso por Tailandia y artífice de varios púgiles que han conquistado fajas mundiales.
Ugás, bronce olímpico en los 60 kilogramos en Beijing 2008, además de ganador de...