Damos a conocer los resultados de la quinta edición del Concurso de Microrrelatos, que se organiza desde 2017 por Cubadebate, coauspiciado por el Instituto Cubano del Libro (ICL), Ocean Sur, la Asociación Hermanos Saíz (AHS), Claustrofobias y Cubaliteraria. Esta edición, convocada en 2021, se dedicó a las vivencias en tiempos de COVID-19.
Premios (algunos concursantes usaron pseudónimos y así lo referenciamos):
Ganador del Premio: Pparadise
Título: Entrevista al pescador de nubes
Periodista: ¿Cómo se siente pescar una nube
Pescador: Es como andar con el estómago vacío, los ojos llenos de nubes y la botas llenas de mierda —dice y se sonríe ampliamente.
Periodista: ¿Tiene usted alguna sentencia en particular?
Pescador: Sí: “Hágale caso a su estómago”.
Periodista: ¿Para qué sirve? ¿Tiene “búsqueda” pescar nubes?
Pescador: No sé… nunca me he puesto a pensar en esa pregunta.
Bajó la cabeza reflexivo y desconsolado. Sentí vergüenza, no debí preguntarle. Me sentí culpable con esa pregunta. Tenía la impresión de que le había movido el piso, cuestionando su últimos años y lo inútil que era pescar nubes, como los niños que recogen vidrios molidos en la playa, pensando que son esmeraldas. No podía evitar la ultima pregunta:
—Bueno, y entonces ¿por qué lo hace?
No se derrumbó. Irguió la cabeza con orgullo y me dijo con su voz metálica:
—Con el mayor respeto, ustedes los periodista no pierden el hábito de hacer preguntas estúpidas. ¡Es evidente!… ¿No ves cómo reflejan el alma de la ciudad?
Segundo Premio: Hairo
Título: Breve historia familiar
Mis hermanos y yo, del miedo, no nos levantábamos por la noche. Decían que nuestra casa estaba embrujada. De madrugada los sillones se movían solos y en la cocina chocaban con estrépito los vasos y botellas. Magia negra, decían.
Sólo después de unos años, siendo ya un hombrecito, me confesó mi padre que el amor sabe mejor si se hace a oscuras, en un sillón, que en la cama. Sobre todo si después se tiene un trago para apagar los ardores.
Tercer Premio: Coco
Título: La búsqueda
Por enésima vez se limpió los labios; ese sapo tampoco era su príncipe encantado…