Guantánamo, 12 abr (ACN) Con un libro de Ortografía volvió hoy el guantanamero Alberto Chang a la imprenta La Voz del Pueblo de esta ciudad, centenaria institución que no detiene sus añejas máquinas y que desde el inicio del curso académico respondió a la reparación de material escolar.
Me han arreglado varios libros de primaria de mis hijos, pero traigo también de familiares y amigos y siempre salgo complacido con el trabajo, mejoran notablemente las condiciones, ya que algunos están muy deteriorados, opina mientras entrega el texto al operario en medio del ruido de los equipos.
Miguelina Mayor Montes de Oca, administradora hace una década, explica que ha sido numerosa la afluencia en busca del servicio de reparación de libros en la imprenta, cuyo origen se remonta al año 1899 pero radicada desde 1908 en su actual local, en la céntrica calle Pedro Agustín Pérez entre Carretera y Emilio Giró.
Sabíamos lo compleja de la situación para reimprimir nuevos textos este curso por las limitaciones económicas del país, causadas por la pandemia y por el bloqueo de los Estados Unidos contra Cuba, por lo cual el arreglo de los que estaban deteriorados sería una de las opciones para que no se afectaran las clases, refiere.
Al principio llegué a tener estibas de libros en cola, que no es mi trabajo porque soy linotipista, pero había que darle una prioridad a la demanda creciente de ese material escolar para que nuestros niños sigan aprendiendo, así que no nos detuvimos, manifiesta Yuder Montes De Oca González, de la nueva generación de obreros y en cuyos hombros recayó el mayor peso del trabajo.
Añade que se arreglan con lo que aparece, recorterías de cartón, cartulina, porque aquí en la imprenta tampoco hay mucho y también con lo que traen los clientes, a un precio de 10 pesos por libro, y si bien la afluencia ha disminuido, todos los días viene alguien.
Perteneciente a la Empresa de Industrias Locales La Voz del Pueblo, considerada una joya del patrimonio industrial guantanamero, ofrece a las entidades y a la población en general servicios de impresión de modelos (tarjetas de estiba, de entrada y salida de almacenes, facturas), así como de encuadernación de libros, tesis, trabajos prácticos, venta de cajitas para fiestas, entre otros.
Aunque presentamos afectaciones económicas en estos momentos por falta de financiamiento para la compra de la materia prima, proveniente de los grandes poligráficos del país, acudimos a todas las alternativas que nos generen ingresos, advierte la administradora.
Reconoce igualmente el papel de los siete trabajadores del colectivo, entre los que destacan los del Comité de Innovadores y Racionalizadores, encargados de resolver las roturas de las centenarias máquinas, todas originales, lo cual convierte en una suerte de museo vivo a esta unidad, una de las pocas en funcionamiento con equipos tan antiguos.
Su creador, don José Vázquez Savón, decano del periodismo oriental, fundó la imprenta junto a la edición de un diario con el mismo nombre, La Voz del Pueblo, el más importante de la ciudad, que comenzó a circular el 2 de mayo de 1899.
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Mantuvo vínculos con grandes jefes mambises, fue amigo personal del mayor general Pedro Agustín Pérez y su imprenta publicó artículos que contribuyeron al fortalecimiento de los sentimientos nacionalistas de la población.
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Dañada por el paso del tiempo, en 2017 la imprenta La Voz del Pueblo fue declarada Monumento Local, como Construcción industrial, con lo cual se contribuye a preservar sus valores, protección e integridad, como legado histórico-cultural de la nación.