El abogado de Luis Robles Elizástigui busca impugnar, mediante un recurso de casación, la sentencia judicial impuesta contra el joven cubano por la Sala de los Delitos contra la Seguridad del Estado del Tribunal Provincial Popular de La Habana.
Bajo los cargos de “propaganda enemiga” y “desobediencia”, Robles fue sentenciado a cinco años de privación de libertad el pasado 28 de marzo, según refiere el documento entregado a la defensa del joven de 29 años.
Entre los hechos probatorios presentados por la contraparte en el juicio se alude a que la acción llevada a cabo por el joven fue en respuesta a la convocatoria de Alexander Otaola a “pronunciarse en contra de la legal detención que sufría en esos momentos el ciudadano Denis Solís (…)”.
En la resolución presentada tras el juicio se menciona, además, que un testigo llamado Vladimir aseguró que la intención de Robles era sumar personas a la protesta, y que “aunque no lo pedía de manera expresa (…) lo transmitía de manera tácita”.
A raíz de su sentencia, Robles Elizástigui declaró a CubaNet su inconformidad con la pena impuesta y se mostró decepcionado de vivir en Cuba, ya que las estructuras represivas del régimen “pueden usar las leyes arbitrariamente solo por uno no estar de acuerdo con ellos ¿Qué esperanzas puedo tener para mi familia, para mis hijos?”.
Luis Robles fue detenido el 20 de diciembre de 2020 mientras se manifestaba de forma pacífica en el boulevard de San Rafael, en La Habana. Desde entonces, permanece recluido en la prisión Combinado del Este.
El joven, natural de la provincia oriental de Guantánamo, fue apresado por mostrar un cartel con las palabras “Libertad”, “No más represión” y apoyar la solicitud de excarcelación de Denis Solís, rapero y miembro del Movimiento San Isidro (MSI), que hoy se encuentra en el exilio.
En una carta enviada por Robles a su hermano Landy Fernández desde la prisión, el joven asegura que “el mayor enemigo que tiene Cuba no está afuera, sino sentado en la silla presidencial” y expresó sus deseos de que “el miedo y la censura no sigan gobernando en la sociedad cubana, para que expresar lo que piensas y sientas en cualquier lugar, no sea motivo para ir a la cárcel”.
Durante su estancia en la prisión, el joven ha sido víctima de múltiples castigos tales como mantenerle esposado durante horas en celdas aisladas, golpizas, enviarlo en cinco ocasiones a celda de castigo por denunciar los abusos que se comenten en el penal e impedirle la comunicación con su familia.