En breve prestará servicios para producir oxígeno comprimido con alta concentración y capacidad de llenado de unos 120 cilindros al día
El ingeniero Omar Rafael Machado Fábregas reconoce la complejidad y precisión de las labores en aras de evitar accidentes en la planta una vez puesta en funcionamiento. (Fotos: Ana Martha Panadés/Escambray)
En el Hospital General de Trinidad Tomás Carrera Galiano avanza la puesta en marcha de una planta de producción de oxígeno medicinal, lo cual responde a una estrategia del país encaminada a prever escenarios futuros similares al provocado por la variante Delta del Sars-Cov 2, que puso en tensión a toda la isla.
En declaraciones a Escambray, Rolando Martínez, jede del departamento de Inversiones en la Dirección Provincial de Salud Pública, manifestó que resulta esta la primera instalación de su tipo en territorio espirituano, donde se prevé más adelante el montaje de otra similar en el municipio de Yaguajay.
Previo a las labores de ensamblaje, en una de las áreas exteriores del centro asistencial se construyó la nave que resguarda la planta y se resolvió finalmente la ruta crítica de la obra: el suministro de la energía eléctrica para su funcionamiento, lo que implicó el emplazamiento de un nuevo banco de transformadores con un voltaje de 440 V.
Los ingenieros Omar Rafael Machado Fábregas y Eduardo Collazo Mena, especialistas de la Empresa de Automatización Integral del Ministerio de Industrias (CEDAI) en Sancti Spíritus, ponen a punto la tecnología que utiliza el aire del medio ambiente como materia prima, separa el oxígeno del nitrógeno por el principio de absorción a alta presión y lo conduce hasta las terminales para el llenado a presión de los cilindros que facilitan el traslado del producto.
Los jóvenes egresados de la especialidad de Automática trabajan en la instalación de todos los componentes: “Es una planta adquirida en China y que fue necesario desarmar para su transportación”, explica Omar Rafael. “El montaje exige mucha precisión y además hay que revisar los circuitos eléctricos del Panel General de Distribución (PGD) y del resto de los paneles, la conexión de los instrumentos de medición y de todos los sistemas”, agrega Eduardo.
Después de dos semanas de ensamblaje y de las pruebas estáticas, comienza la fase decisiva de comprobaciones a partir de la energización de la planta. Estas labores poseen un alto grado de complejidad para evitar salideros o cortes eléctricos que puedan ocasionar accidentes, pues el oxígeno es un gas muy inflamable y en el proceso de producción alcanza altas presiones. Una vez energizada, los jóvenes especialistas deberán regular todos los parámetros de temperatura y de presión que le permitirán tomar decisiones al operador de guardia.
La puesta en marcha de la planta —con una capacidad de producción de 30 metros cúbicos de oxígeno, unos 120 botellones al día— asegura su autonomía total, la continuidad del proceso y el llenado de los cilindros, incluso ante afectaciones energéticas provocadas por fallas en el Sistema Eléctrico Nacional, gracias a adecuaciones realizadas en la unidad generadora de emergencia (grupo electrógeno) de la institución sanitaria. Todo el proceso ocurre libre de contaminación acústica.
Por el momento el centro hospitalario carece de una red interna de suministro del gas medicinal, pero dispondrá de los cilindros suficientes a fin de cubrir la demanda de los pacientes que requieren este tratamiento salvador.
