Con la presencia del primer secretario del Partido Comunista de Cuba y presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, y Daren Tang, director general de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), se celebró este lunes en La Habana la ceremonia en la cual científicos creadores de vacunas anticovid-19 cubanas recibieron la Medalla para Inventores, que otorga ese organismo internacional.
Cuando los principales creadores de cuatro de los cinco inmunógenos anticovid-19 desarrollados por Cuba recibieron de manos de Tang y el presidente cubano la distinción y certificado acreditativo, la ciencia cubana tuvo un nuevo reconocimiento por su repercusión en la vida del país y más allá de sus fronteras.
En la ceremonia se reconocieron las innovaciones de Soberana 01 y la Soberana 02, del Instituto Finlay de Vacunas (IFV), la Universidad de La Habana y el Centro de Inmunología Molecular (CIM); al igual que Abdala y Mambisa, consideradas estas dos últimas una sola iniciativa creadora, del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB)
“El otorgamiento de la medalla de la OMPI y el reconocimiento al mérito de sus inventores no es un hecho aislado ni casual. Éste es el décimotercer reconocimiento que la OMPI, a propuesta de la Oficina Cubana de la Propiedad Industrial (OCPI), otorga a invenciones cubanas de alto impacto para el país y para el mundo”, dijo la máster en Ciencias María de los Ángeles Sánchez Torres, directora general de la OCPI.
Sánchez Torres señaló que el reconocimiento recibido “constituye una muestra fehaciente del potencial humano y del desarrollo científico creado por la Revolución, de la consagración al trabajo, el rigor científico de profesionales comprometidos, que hacen posible una labor infinitamente extraordinaria, como es la de salvar vidas humanas, no sólo en Cuba, sino en diversas partes del mundo;obra de alcance universal por su dimensión humana”.
“Para ustedes nuestro más humilde agradecimiento como parte de nuestro pueblo, que se beneficia día a día de los resultados a las ciencia cubana”, sostuvo.
Agregó que la pandemia de la covid-19 ha constituido un desafío sin precedentes para los sistemas de salud en el mundo y nuestro país no ha sido la excepción. La voluntad política del Estado y gobierno cubanos, la capacidad científica y la cooperación de las instituciones de ciencia, así como la contribución del pueblo de Cuba con su participación en los estudios clínicos y los procesos de vacunación masiva, han permitido la creación de vacunas cubanas contra el referido virus, destacó la directora general de la OCPI.
Daren Tang (Singapur), director general de la OMPI, afirmó que solo a través de la ciencia y la innovación se podrá salir exitosamente de la crisis en la cual ha sumergido al mundo la pandemia.
Tang extendió su gratitud hacia el presidente Díaz-Canel por participar en la ceremonia de reconocimiento. “Su presencia demuestra la gran importancia que Cuba le ha otorgado a la innovación”, dijo.
“Hemos perdido más de seis millones de personas como consecuencia del virus alrededor del virus, de ellas más de 8 500 vidas son cubanas. Cada uno de ustedes, a los cuales estamos honrando hoy ha desempeñado un papel importante en la movilización sin precedentes en el campo de la investigación científica, tanto en el mundo como en su país. Es gracias a sus inventos que Cuba tiene actualmente una de las tasas más altas de vacunación en todo el planeta y que Cuba podrá salir de la pandemia”, afirmó.
Los resultados hablan por sí solos, añadió Tang, quien resaltó que el 94% de la población cubana ya ha recibido al menos una dosis de la vacuna, mientras que un 95% de la población pediátrica entre los dos y 18 años ya ha completado el esquema de inmunización. “Estos logros extraordinarios son los más recientes dentro de una larga lista de éxitos de la salud pública cubana”.
“Cuba fue el primer país del mundo que logró eliminar la transmisión del VIH de madre a hijo, Cuba fue pionera en el desarrollo de vacunas para enfermedades como la hepatitis B y la meningitis B y Cuba ostenta la mayor proporción de médicos por número de personas en el mundo. Hay lecciones que podemos sacar de los logros de Cuba en la esfera de la salud pública: Cuba ha demostrado que los pequeños estados pueden superar las expectativas según su tamaño a nivel internacional. Es un país insular con una población de 11 millones de habitantes que además del desarrollo de las vacunas Soberana 01, Soberana 02, Abdala y Mambisa, ya ha exportado cientos de miles de dosis a más de 40 países. Ello demuestra que cuando los pequeños estados concentran sus recursos de manera estratégica para el logro de políticas y metas claras es posible desarrollar áreas de verdadera fortaleza en el escenario internacional”, subrayó.
Añadió que la experiencia de Cuba pone de relieve los beneficios de desarrollar empeños estratégicos a largo plazo para conformar ecosistemas. “Las creaciones que estamos reconociendo hoy se desarrollaron a partir de los cimientos que datan de unas cuantas décadas. Los servicios de salud en Cuba se han beneficiado durante mucho tiempo de las sólidas sinergias entre los centros de investigación, las universidades y el sistema de salud pública. Cuando la covid-19 llegó a la Isla el enfoque holístico e integrado que se adoptó contribuyó a allanar el camino para el desarrollo y aplicación de las vacunas”, dijo.
Para Tang, si se establecen las conexiones adecuadas y se brinda el apoyo necesario se puede contribuir a la generación del ambiente más propicio para que prosperen nuevas ideas y tecnologías, para que se desarrollen grandes ideas que cambien el mundo para mejor.
“La experiencia de Cuba nos demuestra también que solo a través del establecimiento de alianzas y cooperación podemos vencer la pandemia. Es necesario utilizar la innovación como un puente que nos conecte y trabajar mancomunadamente. Cada uno de ustedes debe sentirse sumamente orgulloso de sus aportes a la ciencia y a que se puedan salvar vidas no solo en Cuba sino en todo el mundo”, concluyó.
La medalla que hoy se otorgó a este grupo de científicos tiene por finalidad reconocer la contribución que hacen los inventores a la riqueza y el desarrollo de las naciones y fomentar la actividad inventiva innovadora en todo el mundo.
En esta ocasión recibieron la medalla de la OMPI tres invenciones cubanas; y en representación del resto de los científicos fue entregada a las investigadoras Yanet Climent Ruiz, gerente de Soberana 01 y Soberana Plus, Sonsire Fernández Castillo, gerente de proyecto de Soberana 02 y al investigador Glay Chinea Santiago, del CIGB.
Las invenciones premiadas son:
- “Composiciones vacunales contra el virus del SARS-CoV-2 basadas en un dímero del dominio de unión al receptor y la vesícula de membrana externa del meningococo B”, vacuna Soberana 01 del IFV y el CIM.
- “Conjugados covalentes del dominio de unión al receptor del virus SARS-CoV-2 y una proteína portadora y las composiciones vacunales que los contienen”, vacuna Soberana 02 del IFV, el CIM y la Universidad de La Habana.
- “Proteína quimérica que comprende el dominio de unión al receptor de la proteína de la espiga de coronavirus y composiciones que las comprenden”, vacuna Abdala y candidato vacunal Mambisa del CIGB.
Asimismo fueron entregados a los inventores los certificados acreditativos de las tres invenciones mencionadas, de manos del Sr. Hasan Kleib, vicedirector general del sector de desarrollo regional y nacional de la OMPI, Sra. Beatriz Amorin-Borher, director de División para América Latina y el Caribe y la Sra. Alexandra Basjdarcharia, oficial de programas de la OMPI.
La ciencia en Cuba se hace y se hace bien
“Han sido dos años de sorpresas constantes, de reconocimientos y logros que una no esperaba recibir, y es tremendo orgullo para nosotros que la ciencia cubana no solo sea reconocida por los cubanos, sino que sea distinguida internacionalmente”, apuntó a Cubadebate la investigadora del IFV, Yanet Climent Ruiz, gerente de Soberana 01 y Soberana Plus.
“Que venga el presidente de la OMPI a entregar personalmente estos reconocimientos es algo que a Cuba la pone en una posición relevante ante el mundo. Es una muestra más de que la ciencia en Cuba se hace, se hace bien y se reconoce. Ser parte de los científicos que ha logrado estas vacunas es muy importante y siento mucho orgullo de estar acá”, dijo la científica.
Con la investigadora coincide la joven científica Sonsire Fernández Castillo, gerente de proyecto de Soberana 02, para quien “es un orgullo que la OMPI reconozca las patentes cubanas de las tres vacunas. Ese reconocimiento se une al del pueblo cubano, por haber obtenido estos inmunógenos y administrarlos a prácticamente toda la población”.
“Esta es una oportunidad muy especial para cualquier científico: el poder desarrollar una vacuna, que esta llegue al final, que las personas la usen, es único. Desgraciadamente fue una situación muy difícil para todos, donde tuvimos que esforzarnos y hacer lo que se hace en una década, en poco más de un año.. Requirió mucho esfuerzo, mucho trabajo en equipo. Por ejepmlo, la patente de Soberana 02 es una patente que se da a tres instituciones, porque tuvimos que trabajar de conjunto todas para lograrlo”.
De ese esfuerzo común habla también el investigador Glay Chinea Santiago, del CIGB. “Estamos siendo reconocidos aquí el grupo inicial que más tuvo que ver con las concepciones iniciales de las ideas, el desarrollo de las moléculas, pero para poder tener una vacuna es necesario que participen muchísimas más personas de las que están aquí. Porque esas ideas después hay que llevarlas a un proceso industrial, el cual requiere también un nivel de ciencia y tecnología de muy alto nivel, y el trabajo de ese personal, muchos ingenieros, bioquímicos, biólogos, también es clave para poder tener la vacuna”, dijo.
“Una cosa es tener un resultado científico de altura, y demostrarlo en una escala pequeña, pero para poder salvar un país, en necesario tener las dosis necesarias, en las cantidades necesarias, en la calidad necesaria, y haberlo demostrado también en los estudios tanto preclínicos como en humanos, o sea, la cantidad de personas que realmente merecen un reconocimiento es muy grande. Estamos muy contentos porque hemos contribuido a la batalla que ha librado esta nación y el mundo para vencer a la covid”, comentó.
Bien lo resume Miladys Limonta, gerente del proyecto vacunas contra la covid-19 del CIGB: “Esta medalla significa el deber cumplido para con Cuba. Nuestro compromiso con el pueblo. Siempre nos entregamos a él desde el principio. Muchas horas de desvelo para poder tener resultados en el menor tiempo posible”.
—¿El secreto del triunfo?
— Confiar en la ciencia y entregarnos a ella todos los días.
Tomado de Cubadebate